viernes, 19 de noviembre de 2010

Radios y mantas



Yo lo comenté en una ocasión. Cascarrabias´Kid es como una radio, emite las 24 horas, da igual que sea en onda larga o frecuencia modulada. Jamás le darán un Ondas. El Agente Naranja es silencioso, pacífico, reservado.

El Agente Naranja es como una manta. Tiene una facilidad pasmosa para coger postura encima de uno y en el momento que coges el sillón, lo tiene uno plantado encima. En ese sentido Cascarrabias´Kid es un guindilla y tiene mas esquinas que un poliedro. Tenerlo encima es una tortura.

No pueden ser más diferentes.

Cuando eran más pequeños aún, Cascarrabias´Kid siempre jugaba con palos en el parque y El Agente Naranja con piedras. Al regresar a casa uno tenía los bolsillos agujereados la mayor de las veces y al otro le pesaban los pantalones una tonelada. Si hay por ahí algún freudiano, quiromante o novelista, que los tres vienen a ser una misma cosa, que aventure por favor alguna teoría que aporte un poco de luz a estas diferencias en los rasgos de su más intima personalidad. Yo me lo he preguntado muchas veces y no soy capaz de hilar un argumento convincente que ligue los palos y las piedras con sus modos de actuar y pensar. En fin.

Cascarrabias´Kid es un niño transparente. Fácil de entender y, sobre todo, de preveer. El Agente Naranja para mi es un misterio. Lo nuestro no es un problema de comunicación, sino de lenguaje. Nos hablamos, nos tocamos, nos besamos, nos miramos, nos queremos, por la calle solemos ir de la mano... pero tengo la sensación de que nada de eso lo hacemos en el mismo idioma. Cuando le hablo, soy incapaz de preever del efecto que puedan tener en él mis palabras. El "feed-back" siempre me desconcierta y rara vez coincide con mis expectativas. Tengo la sensación de estar perdiéndome algo bueno e importante y me da rabia. Me gustaría respirar su mismo aire y al mismo ritmo que él, pero jamás lo consigo. Nuestras órbitas corren paralelas pero nunca se cruzan. Tampoco es una situación desesperada ni frustrante,- siempre recibo de él mucho mas de lo que cabría imaginar- pero si incompleta.

El Agente Naranja no discute, no se revuelve y cuando se le riñe, calla. Campanilla le entiende bastante bien, por lo menos bastante mejor que yo. Los dos circulan en la misma órbita y hablan el mismo idioma. No es envidia, es asombro.

Una de las mejores maneras que yo tengo de descubrir los anhelos y gustos del Agente Naranja es mediante sus dibujos. En este blog hay alguna muestra de alguno de ellos. Para quienes los vean sólo son dibujos de un niño más o menos habilidoso. Para mi son libros abiertos. Enciclopedias.

Hay tanto afecto y cariño, que suple cualquier otra carencia.
El dibujo de arriba es suyo y en él, sin que sirva de precedente, aparecemos toda la familia.

martes, 16 de noviembre de 2010

La Tragedia Griega



Los griegos en época de Aristóteles sí que sabían lo que era una buena tragedia. Las tenían bien protocolizadas, con su coro, su mímesis, su catarsis, su anagnórisis. Sus personajes eran redondos y palpables y a través de la trama se representaba ante los ojos del espectador su lamentable caida, o sea, que la cagaban pero bien. "Edipo Rey" de Sófocles es una de las grandes cumbres de la civilización.

Las tragedias hoy en día son de chichinabo, una bagatela. Me refiero a las tragedias de la vida real, no a las literarias. O bien porque son de patio de vecinos (de droga y alcohol, avaricia y semen), o bien porque están tan pegadas a la realidad que no despiertan ninguna pasión que eleve nuestra imaginación ( quedarse en el paro, que te desahaucien, que no puedes pagar más la hipoteca), o bien porque estamos tan acostumbrados a verlas en la televisión que ya ni se nos atragantan las palomitas.

El domingo tuvimos la oportunidad de presenciar una tragedia deportiva en toda regla, con todos sus elementos: el heroe, Fernando ALonso, el elegido de los dioses, el piloto perfecto que tras gran trabajo y tesón supera todas las dificultades, se impone a los elementos que estaban en su contra, vence a Tirios y Troyanos y contra todo pronóstico se queda a escasos centímetros del éxito total, descubre de pronto, tras un golpe de infortunio, un rasgo hasta entonces desconocido de su personalidad, descubre que es mortal ( anagnórisis). Los memos de su equipo yerran la estrategia y privan al rutilante héroe de la victoria final y de su consagración como héroe total. Todos los mortales reconocemos lo duro de la caida ( catarsis) y sufrimos con él, nos compadecemos ( unos con más mala leche que otros, todo hay que decirlo). La catarsis llega a su punto álgido cuando nos enteramos no sólo de que el héroe ha caido, si no que además ha llorado ( es mortal, mortal de la muerte) y la mega mega catarsis se acrecienta cuando nos enteramos de que el héroe - ese tío que iba de sobrado y era un borde integral- en lugar de arremeter contra el destino y contra el gilipollas del ingeniero o del jefe deportivo de Ferrari, declara que ahora se siente más unido a Ferrari que nunca.

Ahora sale el Corifeo y dice que los que se las prometían felices y se pensaban poderosos e invencibles también están expuestos a la crudeza de la vida y de los elementos.

Cae el telón.
Enhorabuena a los vencedores.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Eguiguren



El señor Eguiguren es el presidente del Partido Socialista en el País Vasco y quien ha estado en casi todas los procesos negociaciones con ETA. Posiblemente pocas personas conozcan en España mejor las cloacas del Estado.

Últimamente el señor Eguiguren ha sido noticia y ocupa titulares en todos los medios de comunicación. No voy a entrar aquí en si el señor Eguiguren ha estado acertado en sus declaraciones, si ha tenido o no falta de sensibilidad con las víctimas, si ha obrado como un pinín ( = ingenuo), si es un héroe o un villano. No me importa. Ni siquiera tengo una opinión al respecto. Cuanto mas viejo me hago, más me supera la realidad.

Lo que de verdad me interesa es la actitud del señor Patxi López, Lendakari, con su compañero de partido y supungo que también amigo. Ante el acoso de los periodistas y ante la campaña orquestada en contra del señor Eguiguren, el señor López dio un paso al frente, firme, inequívoco y espontáneo, para defender la honorabilidad del señor Eguiguren. No le disculpó. No le dio la razón. Sencillamente antepuso las virtudes de su amigo - lo llamo "hombre bueno" y no había artificio en la expresión- y dejo bien claro que aunque pudiera haber errado en forma y fondo, no era de recibo la mala baba de tanto político de colmillo retorcido y tanto periodista taimado y oportunista. Nadie se lo pidió, pero el señor López expuso su cargo, su integridad política y su persona en defensa de su compañero.

Cuántas veces en nuestra vida cotidiana, ante ataques a nuestros compañeros, amigos, conocidos, familiares o ciudadanos anónimos cuyos atropellos presenciamos impávidos, callamos y otorgamos. Ya lo dijo una vez Isabel: " cuando la voz de un enemigo acusa, el silencio de un amigo condena". ¡ cuánto camino queda aún por recorrer!

viernes, 5 de noviembre de 2010

El peso de la Gloria




Cascarrabias´ Kid y El Agente Naranja son dos privilegiados. Conocen el peso de la Gloria, así, con mayúsculas. De hecho todas las mañanas, cuando tienen cole y se hacen los remolones en la cama para levantarse les amenazo con el peso de la Gloria. No todo el mundo está capacitado para soportar tal peso. Mis hijos ahí se andan. Lo llevan mal, sinceramente.

También, cuando intentan enfadarse conmigo, cuando detecto un conato de rabieta les aviso, "¿ tú conoces el peso de la Gloria?". Lo cierto es que la aborrecen, pero el éxito no discrimina, si te toca te tocó y punto. El Agente Naranja es más resignado, pero Cascarrabias´Kid bracea y se defiende como gato panzarriba. Surte su efecto. La rabieta se disuelve desplazada por el esfuerzo de sostener tamaña responsabilidad.

No cabe duda, son unos afortunados, pero humildes. No les va la Gloria y lo entiendo. No pueden verla ni en pintura. Tanto éxito a tan temprana edad, abruma, les aplasta. También es verdad es que poco a poco se van acostumbrando y que no tardará en llegar el día en que dobleguen a la Gloria y sea ésta la que escape de dos individuos tan agraciados y esclarecidos. El día menos pensado.

Firmado: Culo Gordo, alias " La Gloria". 75 kilos.