domingo, 24 de agosto de 2014

Mi reino por una novia



Cascarrabias´Kid acabo la primaria y empieza en septiembre la ESO, que sólo nombrarla da miedo; pero ESO es lo que le espera. Ya se siente mayor, es consciente de que ha terminado algo, que cierra un ciclo de su vida y que se lanza a la vida, por lo menos a un pequeña vida, a un nueva faceta de "su" vida. Lo vive con ganas y con inquietud. Por una parte sabe que echará de menos algunas cosas de las que deja del colegio, por otra esté encantado de dejar atrás para siempre algunos recuerdos y personas que fueron todo menos placenteras. Por una parte tiene ganas de ver conocer ESO que llaman instituto, por otro lado sabe que la exigencia será mayor en todos los sentidos.

El último día de curso se celebró en el polideportivo del colegio una gran fiesta de promoción: refrescos, baile, carreras e intercambio de mensajes en las camisetas. Me imagino que todos se habrán confabulado para mantener la relación y se habrán jurado amor eterno. Ellos mismos en el fondo saben que no lo cumplirán. La fiesta fue larga y tenía permiso para venir sólo y venir tarde. A las nueve y media a mi ya no me cabía el alma dentro del cuerpo.

Las vacaciones familiares de este año fueron tranquilas. Luego el campamento. El tío iba con el firme propósito de echarse novia. Se lo dice a su madre. "Me falta algo". Joer, me digo yo, tío, si tienes once años, ¡ no te va a faltar!, ¡te falta todo! pero todo a su debido tiempo. Al parecer le hizo tilín una de Zamora y el día previo a terminar el campamento, le confesó a su madre que tenía la intención de declararse. Que digo yo que esperar al último día no es la mejor opción. Si te dice si, te vas y te da el bajón. Si te rechaza te da el bajón igualmente y no te queda tiempo ni para contraatacar, ni para sacarle defectos: que si no era tan guapa, que si no era para tanto, que en qué estaría yo pensando, joer con el adefesio...

No debió salir bien. Y no levanta cabeza. Qué si no les gusta porque está muy delgado, que si es porque lleva gafas, que si no tiene técnica ligotoria, que si no sabe, que si no tiene "sex appeal".  Pues no le queda nada. Y ahora a ver cómo le va en el instituto. Asediado por los hormonas, desquiciado por las miraditas, los mensajitos, lod gestos mal medidos y peor entendidos.  Ya me lo decía siempre Elena: "niños grandes, problemas grandes"

Para ir al instituto ya se ha organizado con dos antiguos compañeros del colegio: Joaquín y Nora para ir y volver sólos juntos caminando.