jueves, 16 de junio de 2016

¡La de mi madre!


        El otro día tuve que ir a la puerta del instituto a darle un recado a Cascarrabias´ Kid. Es áun un hijo analógico y tuve que ceñirme al vis a vis, o al tête-a-tête para comunicarme con él. Lo que salió por esa puerta mientras estaba esperando es difícil de describir. Estoy seguro de que J.R.R. Tolkien se inspiró en los muchachos de un instituto de enseñanza media para describir sus trolls, sus elfos y sus hobbits, porque si no, no se explica. Cuánto grano, cuánta espinilla, cuánto barbilampiño,  cuánto flequillo desbocado, cuánta hormona desatada, cuánto lema textil, cuánto calzoncillo, cuánta tanga, cuánta silueta polimorfa, cuánto voz destimbrada, qué escasez de ropa, cuánto abrazo, cuánto beso, cuánta camaradería de cartón piedra, cuánto actor verdadero, cuánto tabaco, cuánto móvil, qué olor a porro, cuánta libreta pop, cuánto punk, cuánto grunge, cuánto hipster, cuánto frikki,  cuánto skaters, cuánto rapero, cuánto heavy. Cuánta inmortalidad convencida. Por ver, vi hasta algún niño. Pobrecillo.

Fue una experiencia tan sobrecogedora que no sé si hubiera preferido que Cascarrabias´Kid hubiera tenido teléfono móvil para ahorrármela.

Lo que tengo claro es que esos muchachos son como vampiros, porque se miran en el espejo y no sé ven. Porque de otra manera, no se explica. ¿ Por qué les gusta tanto publicitar a Calvin Klein? Nadie en su sano juicio sale de casa en calzoncillos, salvo supermán, que los usa rojos. Ni nadie se morrea en el mismo medio de la calle, intersección con la puerta de salida del centro como si todos los días fuera De Aquí a la Eternidad. ¡Presencié besos en estado químicamente puro! Y nadie se atusa el flequillo continuamente como si estuviera en  la pasarela de Madrid Fashion Week. ¿ Y por qué visten de verano en invierno?, ¿ influencia austral o es que esos muchachos ignoran la existencia de calendario?, ¿ nadie les ha explicado que la tierra gira sobre su eje respecto al plano de su órbita en relacion con el sol?  ¡Cómo está la enseñanza!

Ni qué decir tiene que para esos muchachos, que los tenía tan cerca que me rozaban al pasar, yo era tan invisible como un  buzón de correos, una farola o la boca de una alcantarilla: formaba parte del paisaje. ¡De pronto entendí toda la literatura fantástica! Ellos y yo vivíamos en planos paralelos de la realidad. Estábamos pero no estábamos. Éramos pero no éramos. Un olograma hubiera sido algo más físico que yo.

Lo mejor de todo es que pesar de que Cascarrabias´Kid, a sus ya casi catorce años, esté inmerso en ese túnel de los horrores, donde nada es lo que parece y todo es tan real como la vida misma, ayer mismo, mientras paseábamos juntos por la calle, me cogió la mano, como si la horrorescencia no existiera. Gracias chaval.

sábado, 4 de junio de 2016

Los cuatro ases de la canción asturiana







El otro día mientras cenábamos el Agente Naranja me preguntó si sabía los nombres de los cuatro ases de la canción asturiana. Tuve que contenerme para no soltar un taco. Qué leches. Lo solté. El muchacho con ganas de recitar los cuatro nombres de corrido y su padre echando cagamentos. Este año en el colegio las asignatura optativas para elegir eran Llingua asturiana o Cultura Asturiana. Qué digo yo, que a los políticos de la Consejería de Educación les debían enseñar a distinguir una paradoja, pues no se pueden dar a elegir dos cosas que en el fondo viene a ser lo mismo. Desaparecieron del currículo las asignaturas relativas a la tecnología o los segundo idiomas y la gran apuesta formativa de la Consejería era Asturias Patria Querida,  los cuatro ases y el himno de la Covadonga. Cágate lorito.

Yo ya estaba con la mosca detrás de la oreja porque otro día que había venido comentando que si los moros habían entrado en Asturias o si les había echado Pelayo y sus huestes. Historicismo riguroso. Con muy mala leche le pregunté si les habían hablado de la revolución de Asturias, o de los afrancesados en el periodo de la Guerra de Independencia, o de Agustín Argüelles y otros Diputados asturianos en las Cortes de Cádiz, de Jovellanos, de Campomanes, de López Estrada... Los agujeros en esos temas eran negros por su tamaño y marrones por su atractivo. Si la Consejería quería hacer apología de la aldea, por lo menos debería abandonar el folcklorismo y ser rigurosa y ambiciosa en sus objetivos.

Soy un defensor a ultranza de la escuela pública y aunque mis hijos ya no se beneficieran de ello, sueño con que mis nietos puedan conocer algún día una escuela pública de calidad, fiel reflejo del modelo francés: integradora, laica, y republicana. Ser fiel a la escuela pública española actual se hace muy muy cuesta arriba. El modelo educativo está totalmente pervertido. Por un lado se prima y financia la escuela concertada: confesional, clasista, elitista y tramposa, y por otro se desmantela el modelo público: completamente desprestigiado por el mismo discurso, obra y ejemplo de los dirigentes políticos que son los primeros que tienen el deber de garantizar una educacion pública de prestigio, universal y calidad,  y no el continuo abandono y desprestigio al hacerla foco de discusiones ideológicas y territoriales continuas e innecesarias, sin rumbo alguno, sin la financiación adecuada que se detrae a favor de los concertados, sin integración en el seno de la comunidad educativa entre padres, educadores y alumnos, sin justicia porque acumula en sus aulas a todos los alumnos que los concertados, financiados por el estado, rechazan por sus origenes étnicos, religiosos y/o económicos. La escuela pública actual se está convirtiendo en el ghetto donde recalan todos aquellos que no pueden permitirse una educacion concertada.  ¡Y hemos acabado asumiéndolo!

Nos quieren hacer creer que la escuela concertada es también pública porque está financiada por el Estado y que el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos es un principio y un derecho inaleneable. Mentira. El único derecho es el garantizar una educación universal, de calidad y basada en valores ciudadanos. Es el deber de cualquier Gobierno trabajar con ese único objetivo, y no otro. Y es evidente que en ese sentido la escuela concertada es una auténtica perversión del sistema que va en detrimento de la enseñanaza pública. La escuela concertada no es pública porque tanto el profesorado, como sus contenidos y  sus objetivos son privados y particulares. Así de sencillo.

Sigue habiendo buenos colegios públicos, buenos profesores y maestros, buenos cláustros, cuya labor roza la heroicidad por la falta de medios, la situación sociológica en las aulas y por la falta de una política educativa firme, decidida, a largo plazo, integradora, laica y republicana.

Ofrecer la cultura asturiana como la mejor opción curricular en sexto de primaria es un ejemplo  chusco de la derrota de la escuela pública.

Cuchichi, Miranda, Botón y Claverol.