miércoles, 29 de agosto de 2012

El diccionario secreto.

Algún día había que contarlo. El Agente Naranja es un genio del lenguaje. Él no usa las palabras, las evoluciona: las limpia, las fija y luego hace con ellas lo que le da la gana. Desde que era un bebe ya apuntaba maneras. Recuerdo que el abuelo tenía pánico a quedarse a solas con él porque no le entendía un carajo. Emitía sonidos, pero el muy pillín omitía su significado. Su discurso era elocuente, a veces torrencial, pero de sentido... nada de nada. Yo tampoco le entendía, pero qué coño, soy su padre. Su madre era la única que decía que lo entendía, pero yo creo que su relación siempre estuvo por encima de las barreras semánticas, quiero decir, que se entendían porque se entendían, no porque los sonidos que emitía tuvieran el más mínimo sentido. Su abuela no se molestaba en entenderle, se ponía a su altura - bastante baja, por cierto- y los dos se pegaban unas buenas "jartas" de reir. Estoy seguro que los extraterrestres hablaríann esa misma jerga infernal y que el servicio secreto, si hubiera capturado sus comunicaciones, hubieran pensado que se trataba de un discurso cifrado por el enemigo y andarían buscando en los archivos las viejas claves de ENIGMA. En el colegio también andaban preocupados, es decir, que también hubieran pagado por saber qué decía el muchacho. Nos transmitieron ese problema: "habla mal", nos decían, pero como su madre no se preocupaba, lo dejamos pasar. Un verano, el de las olimpiadas de Pekin, de pronto, todo aquel batiburrillo fónico empezó a cobrar sentido y la mesa sonaba como mesa, y la silla como silla, pero el almibar, sonaba amilbar y otras palabras similares seguian teniendo vida propia, sentidos nuevos y profundos, también divertidos.
No están todas las que son, pero son todas las que están. Vamos allá

El Agente Naranja: Diccionario Secreto:

PELE: población espalaño, en la Comundadni Autómano de Andacialu, de la provincia de Vahuel,famosa por sus renombradas Sasfre y por sus Teschis.

 LETREAR: Decir las deletras de una depalabra.

JESUSITAS: congración religiosa fundada por Ignacio de Loyola, conocidos en tiempos como los españoles negros.

ESCASAÑA: plato de origen italiano, similar a los canelones, hecho con laminas de pasta y relleno con carne y besamel. ( No se dejen llevar por la apariencias, las raciones son bien abundantes)

 ANUNCIOS ANIMADOS: programa infantil de televisión producido por Pixar o Walt Disney. Por ejemplo, Bob Esponja.

HOMBRE VIVO: Clasificación biológica de especies como los vegetales, los animales y también, las personas. Léase: las plantas son hombres vivos.

 RESUMEN: redacción. (Efectivamente sus redacciones eran asaz resumidas. Eso se llama matar dos pájaros de un tiro).

MELOCOTÓN EL ANILBAR: Trabalenguas hecho a mala idea.

ZURAZO: Dícese del patadón dado al balón en el patio del colegio. Suelen estar prohibidos, sobre todo si eres el portero.

PEÑIZCAR: Coger una porción de la carne del contrario con los dedos y apretar aplicando una ligera torsión. Suele ser doloroso y una arma de persuasión eficaz. Papá no me peñizques.

PONER EN LITERA: Cojer cajas y ponerlas a dormir unas al lado de las otras.

VANDALO: bestiá, ánimal, brutó, cafré ( prestar atención a las tildes)

 TOXICAR: ´venenar, ´taminar, dejar el medio ambiente hecho una ´orquería.

ÑISCO: mordasco dado con la bica.

ELMUNDO: profesor de inglés no tan grande come cabría pensar.

GOLOSO: en Rodas hubo uno muy renombrado, conocido como una de siete maravillas del mundo. Si tomaba chuches, ya no lo sé.

Continuará... ( estoy seguro)

domingo, 19 de agosto de 2012

Por Inglaterra, el hogar y la belleza

No concibo las vacaciones de verano sin un libro de más de seiscientas páginas. El verano es tiempo de descanso, de familia, de playa y de lectura. ¡Y este año además fue año Olímpico! Mi madre, vaya tute. Este año, en lo que a lecturas se refiere, le tocó el turno a David Copperfield, de 1022 páginas. He disfrutado cada palabra. Lo había comprado hace meses y había estado tentado de comenzar su lectura antes de iniciar las vacaciones, pero logré reprimirme. La represión autoimpuesta no me ha dejado daños colaterales aparentes. Bien. Cualquier novela del señor Dickens es recomendable, incluso las malas; pero "La Historia personal de DAvid Copperfield" es sin duda la mejor. Por su libro desfilan una serie de personajes como partículas lanzadas al espacio justo después del Big Bang, emulando el caos y sus secuelas, estaciones de paso por las que tránsita el protagonista, de la mano del autor, de su sutil humor y de su fina ironía. Nada hace pensar que a medida que avanza el relato esos personajes lanzados al principio como un puñado de dados, empezarán a agruparse y relacionarse de manera lógica y perfecta, como las galaxias en el universo, con sus masas específicas, sus elipses, sus agujeros negros, sus cometas, sus planetas, sus fuerzas de gravedad y sus marcianos. Pretender hacer aquí una critica literaria de David Coperfield es pretencioso y estúpido por mi parte. Pero si quiero mencionar aunque sea una sola razón por la que merezca ser leído. David Copperfield es sobre todo una novela de buenas personas. A veces tenemos la sensación de que las novelas deben ser historias truculentas, con su asesino, su tarado, si malvado, su amor no correspondido, su truhán, su mafioso, su conflicto. Pues bien, David Copperfield está construido desde la más pura y estricta bondad. No quiero decir que los personajes sean bobalicones, santos o dechados de perfección y buenas intenciones, al contrario, cada personajes arrastra su obsesión, su pasado, su tara, sus mania, sus limitaciones y su contradicción durante toda la novela de una manera natural y verosimil, son hijos de su época ¿victoriana? y de las estricitas convenciones sociales, pero ni su personalidad, en algunos casos limitada, en otros arruinada, en otros triste, en otros perseguida y maltratada, les impide obrar correcta y solidariamente. Los personajes conocen lo que deben hacer. David Copperfield es una oda inigualable a la amistad, al honor, al desarrollo personal y al respeto por el otro, aun siendo ese otro diferente, raro y con un comportamiento ajeno a mis propios intereses. La verdadera literatura - la única- orbita sobre la presencia de personajes. David Copperfield es una novela con alguno de los personajes más deliciosos y reales que se encontrarán jamás en un libro. Si con estos argumentos no les he animado a su lectura, me doy por vencido. Vayan a la libreria más cercana y cojan la primera mierda que vean en novedades editoriales. Por lo demás las vacaciones se nos han ido entre partidos de badminton, centímetros y centímetros nadados en estilo (extremadamente) libre, horas y horas de piscina jugando al waterpolo, competiciones de salto de playa a pies juntos ( vease foto), partidos de fútbol ( o algo parecido), carreras con el mar al fondo. Por practicar hemos practicado incluso vela. Cómo si no denominar mi denodada lucha en la playa con la sombrilla, domeñando los vientos de levante y/o poniente, para que no saliera volando ( no siempre lo conseguía). En los ratos libres, jugábamos a las palas.