jueves, 28 de octubre de 2010

Secretos


Toda familia que se preste guarda en su seno un gran secreto. Algunas familias atesoran muchos secretos. Otras familias tienen tantos secretos que sus miembros son unos auténticos desconocidos entre si, arcanos insondables. No es menos cierto que también hay familias que por mucho que crezca el diámetro de la tierra, que por muy lejano que esté el horizonte y aunque nos dé el sol en la cara, se les ve venir de muuuuuy lejos. Permitanme que no específique en qué tipología familar me adscribo. Voy a limitarme a contar un secretillo. El secreto de las sardinas

Campanilla no come sardinas. A los chicos les jode, porque ellos sí comen sardinas. Las comen en toda su gama de formatos: bocarte, boquerón, parrocha, sardina y en lata. Lo llevan mal. Los formatos mini... todavía, el formato Big Atlántico... muy muy mal. Es por culpa de las espinas. En la parrocha lo soportan; en la sardina, no. Cada vez que pongo sardina... o me paso media hora viviseccionando cada pez, o les meto la sardina en un bocata a ver si con la miga pasa. Da igual. No hay manera de que desaparezcan las espinas. Me he planteado incluso ponerles kepchup, pero aunque es un corrosivo sin par en la cocina, dudo de que tenga suficiente poder para disolver las espinas de la sardina. Todo será cosa de probar...

Luego están los agravios comparativos, que no ayudan nada.

- ¿ Y mamá por qué no come sardinas?

El techo de la cocina es blanco. Blanco "damepaciencia". Pero la única manera de conseguir eludir el inminente motín y conseguir que se las comieran era hacer de la necesidad virtud y ponerles al corriente del secreto.

- ¿ No sabéis por qué Campanilla no come sardinas?, ¿ de verdad no lo sabéis? ( mirada perpleja de Campanilla, gran efecto dramático)

No lo sabían, ni los chicos ni la misma Campanilla, les sorprendía no saberlo y estaban dispuestos a cualquier cosa por descubrirlo, cualquier cosas como, por ejemplo, comerse las sardinas.

Y ahí seguimos, sin desvalar el secretro, porque cuando se las han acabado, horas después, se les olvidó por qué las estaban comiendo y se olvidaron de preguntarme por qué Campanilla no come sardinas. Hasta la siguiente ocasión, en que al verlas se acuerdan y se queján:" eh, que no nos has dicho por qué Campanilla no jala sardinas". " Acaba tu plato y te lo contaré".

( Por si las moscas, tengo una gran historia en la recámara, pero como en Itaca lo mejor es el viaje, no la meta)

lunes, 18 de octubre de 2010

Inquietante


El Agente Naranaja está convencido de que será director de orquesta o concertista de piano. Va a clases de música desde hace un par de años. No toca una mierda, pero ya sabe dónde va a dar sus primeros conciertos: Londrés, Viena, Madrid - todo muy humilde-, y que será a los dieciséis años. El tío no dejar de tener gracia y no seremos ni Campanilla ni yo quienes le bajemos de la nube. Al contrario, seríamos los primeros que estaríamos encantados de que sus sueños se convirtieran en realidad, incluso en un... quince por ciento, por decir algo. Bueno también quiere ser rugbista y policía. Para trabajar ya esta su padre. Hace bien.

Este fin de semana nos encontramos con la carta que reproducimos en foto mas arriba y que transcribo a continuación literalmente:

"(borrón) no os preocupéis por mi, me voy a londres / a estudiar musica bale, para tocar el piano, tocare, cinco concie, en londres y dos en viena y, en oviedo. cinco, y yelos dedico a mis abuelas y a, mi familia y a los demas . de oviedo".

¡Cágate lorito!

domingo, 10 de octubre de 2010

De justicia




A Vargas Llosa creo que me lo descubrió Ana. Yo debía tener 13 o 14, quizás 15 años y ella leía "Pantaleón y las Visitadores". Por aquella época aún no me interesaba la literatura ni poco, ni mucho, ni nada y la lectura mucho menos. Ana nos comentó el argumanto del libro y logró captar nuestra atención. No tiene mucho mérito. El argumento es tan desorbitado que es díficil que no te llame la atención. Creo que aquel libro fue uno de los que nos leía en alto antes de ir al saco de dormir en las noche de verano cuando estábamos de campamento, pero tampoco estoy muy seguro. Sí recuerdo eso, que Ana leía en alto el libro que se tenía entre manos y que todos a su alrededor nos quedábamos lelos escuchando. Ana sólo tenía un año más que nosotros y nosotros descubríamos con aquellas lecturas que las novelas no tenían porque ser tediosas e incomprensibles, que también podían ser divertidas y entretenidas, que no es un descubrimiento menor.

Años más tarde, tampoco sabría precisar exactamente cuando, sólo que ya estaba en la facultad estudiendo literatura, me lei por fin aquel libro que tanto me había llamado la atención. No defraudó mis espectativas, ni mucho menos. Fue una lectura amena y divertida.

Del segundo libro de don Mario del que guardo recuerdo fue " La ciudad y los perros". El libro era de mi hermana Isabel y se lo sustraje un verano, posiblemente en le primer año de facultad, que me ganaba la vida pintando casas y que entre brochazo y brochazo me aburría soberanamente. Leyéndolo tuvo la absoluta certeza de que el libro me estaba hablando directamente a mi. Daba igual que la historia trascurriera en una escuela militar en el Perú en los años cincuenta del siglo XX. La historia era tan real y los personajes tan afinados que era como si alguien me estuviera contando al oido su experiencia y sus peripecias escolares, tan similares a las mías, salvando las distancias. Porque si algo tiene Vargas Llosa y los buenos escritores es la de crear un universo tan real o más que el que hay más allá de mi ventana con la sólo ayuda de un puñado de palabras. Ese milagro, cuando sucede, es inefable y muy muy necesario, como el mismo Vargas Llosa ha comentado en tantos ensayos y articulos.

Aquellos dos primeros libros me han hecho un devoto del escritor. No me lo he leído todo, ni todo lo que he leido me ha gustado, pero le concedo la maestría en todos y cada uno de sus escritos.

Lecturas aparte, el ciudadano Vargas Llosa me parece un modelo de integridad e independencia, un intelectual en peligro de extinción. Se puede estar a favor en contra de sus postulados sociales, políticos, económicos, pero no se le puedo negar su capacidad de escuchar, analizar, rectificar y, sobre todo, persuadir esgrimiendo como arma solamente las palabras.

Anda el mundo revuelto estos días porque le han concedido el Premio Novel de Literatura. Lo anómalo es que no se lo hubieran dado antes.

viernes, 1 de octubre de 2010

Huelga General


-¡ Papá, papá!, ¿ por qué en este sábado radiante, despues de una dura semana de trabajo, que vamos en el coche al pueblo, estamos parados en este magnífico atasco?

- Porque los mineros han cortado la carretera.

- ¿ Y por qué han cortado la carretera los mineros ?

- Para protestar porque no les pagan y peligran sus puestos de trabajo?

- ¿ Y por qué peligran sus puestos de trabajo ?

( Tras unos segundos de pausa)

- Veras hijo, ahora como todos los niños sois buenos, los Reyes Magos ya no os traen carbón y como los Reyes MAgos no necesitan ya carbón, ha bajado la demanda y nadie necesita más mineros que extraigan el carbón de las minas ?

- ¿ Y eso es bueno o malo?

- Malo porque los mineroa se van a quedar sin trabajo y sin trabajo no ganan dinero y sin dinero no pueden pagar ni la casa, ni la comida ni las vacaciones.

( Tras otros segundos de pausa)

- Entonces si nos portamos mal los Reyes Magos nos volverán a traer carbón, ¿no ?

- ¡Glups!