martes, 25 de septiembre de 2007

Todo es vanidad

¡ Hay alguien ahí!
¡ Hooooolaaaaaaaa!
Nadie contesta. Nadie lo lee y a nadie interesa.

Como decía Cervantes, Don Miguel (el de la foto de la derecha)

"Yo, que tento trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la Gracia que no quiso darme el cielo".

En fin, todo es vanidad.
Si hay alguien, que dé fe de vida.
Sería todo un detalle.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Cascarrabias´ Kid, inefable equilibrista


Cascarrabias kid tiene cinco años recién cumplidos y esta semana ha aprendido a andar en bicicleta. Gran momento.
Cuando cumplió cuatro años tuvo entre sus regalos una bicicleta con patines.
A los tres meses cumplíó su obligación y los patines estaban inservibles. Se los quitaron.
La bicicleta sin patines se convirtió en un dinosaurio agonizando en el cuarto trastero hasta que un día intentó aprender a manejarlo.
Toda ayuda era poca, todo intento vano. El esfuerzo exigía demasiada coordinación, demasiados movimientos acompasados y fuerza y dirección y vencer el miedo y el suelo.
Demasiado,demasiado.
La semana pasada Cascarrabias´Kid aprendió. Fue algo mágico. De pronto todas las constelaciones se conjuraron al unísono y aquel amasijo de hierros y mocos comenzaron a respirar al mismo ritmo - impecablemente - y la bicicleta conoció la tracción, la independencia y la magia.
Cascarrabias´Kid es mi hijo mayor.
Es un pura calumnia. No lloré cuando le vi venirse hacia mi con la cara iluminada y los ojos encendidos, con esa armonia incierta y titubeante en el pedaleo.
No hay pruebas es una calumnia, os aseguró que no lloré ( aunque ganas no faltaron)
Cascarrias´Kid, inefable equilibrista.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

¡ Estos africanos!


Este verano se publicó en los periódicos que varios funcionarios de alto rango de Kenia renunciaron a su trabajo y, por tanto, a su sueldo, porque consideraban que sus funciones carecían de contenido. Dicho en otras palabras, que se tocaban los cojones todo el santo día.

Mi amigo el funcionario se echó las manos a la cabeza horrorizado al enterarse de la noticia.

- No son profesionales- exclamó mi amigo el funcionario- así cómo van a progresar en la vida.

Nótese que para mi amigo el funcionario profesionalidad es el equivalente a llevar el arte del escaqueo y del mínimo esfuerzo a las más altas cúspides.

Doy fe aquí de que mi amigo el funcionario es una profesional como la copa de un pino y, que si no se le hubieran adelantado, la molicie bien pudo haberla inventado él. Ese es su gran disgusto.

- Se empieza por renunciar a un trabajo seguro – sentenciaba mi amigo el funcionario – y se acaba metido en una patera.

Y es que estos africanos no aprenden. Menos mal que estamos los blancos para enseñarles.

sábado, 8 de septiembre de 2007

La vuelta al cole

El próximo martes comienza el colegio mi segundo hijo. Él no lo sabe, pero es uno de los días más importantes de su vida y para sus padres todo un motivo de orgullo.
Vivimos en un país democrático, con un buen sistema educativo público y gratuito. Podía ser mejor, sería deseable que fuera mejor, más público y menos concertado, por ejemplo - muchas escuelas concertadas, que pagamos tú y yo, siguen despidiendo a sus profesores en el mes de julio para volver a contratarlos en septiembre-; menos fragmentado territorialmente - los contenidos autonómicos de algunas asignaturas no hacen a nuestros hijos ni más libres, ni más sabios, sólo más pueblerinos y más maniqueos-; podía ser también un sistema educativo más ambicioso e integrador en contenidos, formas, actituades o disciplina, pero como punto de partida no está nada mal.
Yo soy esta semana un padre contento. Siento estar dentro de un sistema doblemente bueno, pues veo cómo mi hijo comienza su vida cómo ciudadano y cómo la sociedad nos ayuda a inculcar valores que sólo ese trato social puede garantizar.
Hasta ahora nuestro hijo ha ido de nuestra mano, con mayor o menor fortuna su madre y yo hemos sido capaces de enseñarle unas formas y unos hábitos, pero es ahora cuando empieza su verdadera carrera hacia la independencia y autonomía personal.
Por su aula pasarán el cobarde, el abusón, el quejica, el taimado, el traidor, el débil , el afligido... Tendrá que afrontar las más dispares situaciones, tendrá que decidir y ni su madre ni yo, ni nadie podrá hacerlo por él. ¿ habrá sabiduria o vileza en sus decisiones?, ¿ sabrá perder, conservar un amigo, militar en el catecismo de la lealtad, la fidelidad y el honor? ¿ cómo enfrentará la frustración, la injusticia o el daño gratuito? ¿ será sensible a la dignidad, se horrorizará ante la humillación?
Me gustaría estar siempre ahí, en todos esos momentos en que tengan lugar esa toma de decisiones, no de una manera física e imponedora, sino de una manera tangencial, a través de los principios y del ejemplo que intentamos ser para ellos.
De momento vaya por delante mi más sincera gratitud y mi más decidido apoyo a todos sus maestros y profesores por ayudarnos en esta tarea educativa por convertir a nuestros hijos en ciudadanos libres, autónomos y, en la medida de lo posible, cultos.
La vida es bella. Y se renueva.

De ranas y hombres

Desde los atentados de las Torres Gemelas de Nueva Cork proliferan las noticias en las que los gobiernos se dotan de poderes especiales para espiar, controlar las comunicaciones privadas entre los ciudadanos: pinchar teléfonos, rastrear IPs, registrar correos electrónicos, etc. Todo ello sin la más mínima garantía judicial y con la manida excusa de la seguridad.

La última joya viene de Alemania. El Gobierno alemán tenía un plan bastante elaborado para enviar correo “spam” a mansalva y sembrar de “troyanos” los ordenadores de todos sus contribuyentes. ¡ Si Ulises levantara la cabeza!

Uno de los principales valores de la Democracia es la libertad absoluta del ciudadano y las garantías judiciales de que esa libertad de pensamiento, palabra o acción sólo se verá coartada bajo la estricta tutela del poder judicial, responsable de velar por el correcto cumplimiento de las leyes que nos hemos dotado como miembros de la sociedad. Si perdemos esa libertad, a qué se reduce la Democracia

La Democracia no se limita exclusivamente al ejercicio del sufragio, sino que es un conjunto de valores que garantizan la libertad del individuo, propician la convivencia entre los ciudadanos y que se ratifica y se renueva mediante del derecho al voto. Mediante el derecho al voto los ciudadanos eligen un gobierno y le otorgan la confianza entre otras razones para que vele por la pureza y el ejercicio de los valores de la Democracia.

Hoy más que nunca debemos ser conscientes de que nuestra Libertad con mayúsculas, no es ni una gracia concedida a los vasallos ni un bien escaso que se nos deba tasar y administrar según sople el viento. Es un valor fundamental, un derecho irrenunciable en el sistema político que nos hemos otorgado.

Los grandes partidos plantean el debate político enfrentando Libertad versus Seguridad. Es un falso dilema pues no son incomplatibles. Bien lo sabemos en España tras treinta años de lucha antiterrorista. Pero si lo fueran, renunciar a la libertad, nos hundiría en el fango del totalitarismo.

Cuando metes una rana en agua hirviendo. Salta. Cuando metes una rana en agua fría y le pones fuego debajo, se cuece sin luchar. Nosotros estamos sobre ese fuego y nos comportamos como ranas.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Prensa, abusos, libertad.

El mundo de los medios de comunicación anda últimamente bastante revuelto. Los grandes grupos empresariales salen al mercado y adquieren grupos más pequeños o no tanto. Recientemente el señor Murdoch ha adquirido el mítico Wall Street Journal y abonados de toda-la-vida se han dado de baja como símbolo de protesta; en Italia se ha criticado durísimamente la posición política de Silvio Berlusconi y el hecho de que la mayoría de la cadenas de televisión privadas de Italia fueran de su propiedad- también las públicas estaban bajo su influencia y tutela desde el mismo momento que fue elegido y nombrado presidente del Gobierno de Italia- , o en España hay quien afirma que el grupo Prisa se ha beneficiado de prebendas gubernamentales para convertirse en uno gigante de la comunicación y un esbirro del poder ( no dicen nada sin embargo y por ejemplo de los medios adscritos a la editorial Planeta).

En fin, se asegura que la concentración de medios en manos de unos pocos es pésimo. Se afirma que los monopolios, en un sector tan sensible para la salud pública y democrática de una sociedad, es especialmente pernicioso e inconveniente. Pero, ¿ por qué?

Porque la información es poder y quien controla la información controla el poder, lo influye, lo coarta, lo coacciona, lo chantajea, lo manipula, lo orienta o lo administra, llámenlo como quieran.

Esta situación no es nueva, ni mucho menos. En Las Ilusiones Pérdidas de Honore de Balzac, novela ambientada en los orígenes de la prensa moderna, salen ya a colación todas las miserias y corruptelas a las que puede dar lugar el periodismo: las luchas de poder, la información (mal)intencionada, lo omisión, la hipérbole, la falsedad. En los gobiernos totalitarios, la primera labor del gobernante de turno es controlar la que se dice, se escribe y se publica. La censura es la más afilada arma de control social en manos de un gobernante. No deja de ser encomieble entonces la actitud del Gobierno español actual creando mecanismos que salvaguarden la independencia de la Radio Televisión estatal del poder político. Ojalá tenga éxito.

La censura en las sociedades democráticas es más sutil, pero no menos eficiente. Se basa en el ruido, porque más información no significa necesariamente mejor información o información de calidad. Mucha información es sinónimo de ruido. No nos engañemos. De toda la información que recibimos a diario, muy poca es relevante o necesaria o interesante. De los asuntos verdaderamente importantes rara vez nos enteramos o nos enteramos tarde o cuando nos enteramos nos negamos a aceptarlo.

Qué es información. Quién decide lo que es información. En aras de la cacareada pluralidad nos bombardean un día sí y otro también con declaraciones peregrinas de dirigentes políticos y gobernantes criticándose unos a otros, insultándose, contestándose, luciéndose. Pero qué nos dicen en realidad, cuál es su propuesta más allá del exabrupto y la crítica. Con la excusa de la pluralidad en realidad se nos está hurtando el verdadero debate, la esencia de la contienda política y se sustituye por eso, por la imagen y el verbo afilado. Los políticos ocupan una cuota de pantalla abusiva. No se la merecen. En la mayoría de los casos se crean debates falsos y artificiales disfrazados de otra cosa.

Insisto, quién decide que esto sea información. A qué intereses responde que en la pantalla o en la portada de determinado periódico aparezca determinado prócer diciendo esto o lo otro. Y al día siguiente también y al siguiente y al siguiente, lo mismo. ¿ Hablan del precio del pan, del recibo de la luz, del servicio de recogidas de basura, de la educación pública de calidad? Rara vez. Hablan de estatutos, del IPC, del PIB, del patinazo del adversario, de la inversión, de los agravios, en resumen, del tamaño de su ego y de su propia perpetuación.

El problema no es que hagan esto, si no que los medios de comunicación les hagan el juego, se hagan eco y nos bombardeen a diario con la misma gaita. Lo dicho, no se lo merecen, no es justo, no es necesario.

No hay más información, no hay mejor información; sólo hay más ruido.

¿Tiene solución la situación actual?, ¿ una mayor pluralidad mejoraría la calidad de la información o aumentaría el ruido? ¿ Es un problema de independencia?, ¿ está la prensa induscutiblemente conchabada con el poder político?

Es difícil de decir. De lo que no cabe duda es de que su poder como creadores de opinión es incuestionable y que dejar que esta influencia esté en manos de unos pocos, a saber. Murdoch, Berlusconi y dos o tres más, le pone a uno los pelos de punta. Por eso es necesario, sano y democrático, crear normas políticas que impidan los monopolios, las concentraciones de medios, del mismo modo que se evita con las compañías eléctricas o petrolíferas o de cualquier otra índole. Otras cosas será quién le ponga el cascabel al gato, porque cuando un político le trata de echar mano a un medio de comunicación, se echa todo el mundo las manos a la cabeza y se sacan a relucir capciosamente el derecho a la libertad de prensa y se tambalean los pilares de la democracia.