lunes, 28 de diciembre de 2009

Cogito, ergo sum




La susodicha frase siempre me había parecido una memez inconmensurable, pero a medida que avanza la enfermedad de la Reina de Saba caigo en la cuenta que la cita revela una realidad incontestable. La realidad no es objetiva ni inamovible ni universal, sino que es fruto del tamiz de lo que perciben nuestros sentidos. Hechos que a mi me pueden parecer evidentes y rectos, comentados por la Reina de Saba adquiren un sesgo inquietante y parcial, desde luego diferente del mío. La Reina de Saba miente, o vive en la mentira por si incapacidad de aprehender todos los aspectos de la realidad o por la necesidad de completar la realidad y su lógica con detalles que se han ido diluyendo en su desmemoria.

La edad y el viejo Doctor Alzh están recluyendo a la Reina de Saba en un recinto oscuro y reducido cuyos ventanales al exterior se van volviendo cada día más y más angostos.

Hay que imponerse la obligación de evocarla siempre en su plenitud. Se lo debemos. No es tarea fácil.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Soneto con estrambote



Estoy leyendo estos días una novela de Marío Vargas Llosa muy entretenida: "Las travesuras de la niña mala". La prosa del peruano es exótica, brillante, divertida.

Leyéndola me vino a la cabeza la desconcertante idea de que una persona como Don Miguel de Cervantes, uno de los padres más insignes de la lengua castellana, con toda probabilidad no entendería la mayor parte del texto que tengo entre manos, a pesar de estar escrito en su mismo idioma y poder reconocer todas una cada una de las palabras.

Puede parecer una gilipollez y tal vez lo sea, pero la idea me resultó inquietante. Cualquier ciudadano actual con un mínimo de formación tiene acceso a cualquier texto español del siglo de oro ( ¿ verdad que sí?), pero dudo que los autores clásicos entendieran la mayoría de las novelas, de los periódicos o de los programas de radio o televisión que se leen y escuchan cada día.

Y en el caso de la novela mencionada, su presunta incomprensión no tiene nada que ver con que el texto esté trufado de anglicismos y americanismos, que lo está, o por el tono coloquial de alguno de sus pasajes, o por la dispersión geográfica, o por los sobrentendidos y las elipsis, sino porque quizás a los largo de estos cuatrocientos años el diccionario se ha venido plagando de acepciones diabólicas y porque las realizades narradas están en algunos casos muy alejadas de las de aquel siglo... los tonos de voz, los matices, el humor, las ironías, el erotismo, la pura realidad reflejada con sus objetos de ciencia ficción, la tecnología, la cotidianeidad de oficina y discotecas, la moral inaprensible de nuestra época... En fin, que se iban a correr una juerga. Ni siquiera "El Tesoro de la Lengua Castellana" de Sebastián de Covarrubias le iba a sacar del apuro. Lo dicho, vivir para ver.

AL TÚMULO DEL REY FELIPE II EN SEVILLA (Miguel de Cervantes)

Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla,
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y nobleza!

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria donde vive eternamente.

Esto oyó un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, seor soldado,
Y el que dijere lo contrario, miente."

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Tienes carta



Hoy me ha llamado por teléfono la reina de Saba. Me sorprendió la llamada ( yo estaba en el trabajo) y su contenido.

LA Reina de Saba estaba emocionadísima y me daba las gracias por la carta que le había escrito. La acababa de leer.

Al principio no entendí y no sabía de qué carta me podía estar hablando. Le pregunté, pero la emoción le impedía articular palabra. De pronto cai en la cuenta de que lo más probable es que fuera alguna de las muchas cartas que escribía a casa, hace más de veinte años, durante los años en que viví en el extranjero.

Últimamente me había encontrado alguna de esas cartas en los rincones más insospechados de la casa. La Reina de Saba las había encontrado en un momento dado entre sus cosas y las había sacado para ir releyéndolas y tratando de recuperar entre sus líneas y sus historias el roce exacto de un pasado cada vez más insolente, esquivo y cruel.

Alguna vez me había comentado lo que le agradabe releer esas cartas. Lo soprendente en esta ocasión es que la carta le pareció actual, fresca, inmediata. Tan actual que sintió la necesidad de llamarme inmediatamente ( no se le fuera a olvidar).

Un motivo más para estar agradecido al servicio de correos, otra vez más había entregado en el momento oportuno.

sábado, 12 de diciembre de 2009

De monte



¡Que recuerdos! Aprovechando el puente subí con los chicos al Monsacro, un monte muy cercano a Oviedo desde el que en días despejados se ve hasta el mar y cuyas vistas son espectaculares.

El martes tuvimos suerte y la montaña nos brindó sus mejores galas.

El Monsacro ha debido ser la excursión con la que nos hemos iniciado en el montañismo la mayoría de los niños asturianos. Es una excursión corta, de apenas una hora, pero desde el primer paso el camino pica hacia arriba sin un metro de tregua, es una ascensión continua y dura.

Ni sé la cantidad y cantidad de veces que habré subido en mi vida. Posiblemente la primera vez haya sido con 8, 9 ó 10 años. Y la penúltima vez con veintipocos, en la época de la Universidad. Ahora que hace ya veinte años que tengo veinte años, hacía realmente mucho tiempo que no subía y fue una emoción especial subir con Cascarrabia´s Kid y con el Agente Naranja.

Recuerdo especialmente la antepenúltima vez que ascendí. Todavía era boy-scout y era primavera. Subimos un grupo de 10 ó 12 muchachos entre 16 y 18 aña con los mochilas y las tiendas de campaña a pasar el fin de semana. El tiempo era fantástico y el ánimo inmejorable. Subíamos cantando y silbando, como quien pasea por la calle Uría ( juventud divino tesoro). Al llegar arriba montamos las tiendas, comimos algo y recuerdo que un fenómeno llevó un balón y estuvimos jugando a fútbol entre riscos y brañas. A media tarde, para nuestra sorpresa, cayó la niebla y la temperatura y el alegre fin de semana campestre se convirtió en una pequeña pesadilla. Se desató el viento y la lluvia se hizo granizo, y el granizo nieve. Nos pasamos toda la noche metidos en las tiendas, escuchando ulular el viento y con serias dudas de que las tiendas aguantaran el embate del temporal. A pesar de todo dormimos. A la mañana siguente, había mejorado el tiempo, aunque el cielo seguía cubierto y amenzante y al abrir la cremallera de la tienda, la nieve se coló dentro y el paisaje de fuera era navideño. Todo estaba blanco y todos teníamos claro que había que organizar la retirada de la manera más rápida posible.La mayoría habíamos subido con playeros y no todos tenían prendas de abrigo. Desmontamos las tiendas como pudimos, hicimos las mochilas con las manos heladas y tuvimos que dejar parte del material en la cima, entre otras cosas el balón de fútbol, porque todas las cosas que habían quedado fuera de las tiendas al empezar el temporal estaban ahora cubiertas por la nieve y no teníamos ni idea de dónde podían estar. La bajada fue entre niebla, con los pies helados y durante los primeros tramos de la bajada, íbamos cogidos de la mano para no despeñarnos: el camino también estaba blanco y había que intuirlo o buscarlo.

También recuerdo de ese día la impresión que me cuasó - que nos causó a todos-, cuando a media bajada la niebla y las nubes se disiparon de golpe y nos brindaron una visión espectacular del valle bañado por el sol. Era la primera vez en mi vida que tenía la sensación de estar viendo algo francamente bello e inusual. Ese recuerdo y la sensación me acompañará siempre.

Los chicos se portaron. Como sucede siempre, trascurrida los primeros quince o viente minutos de la excursión, empezaron a quejarse de la dura subida y a preguntar cuánto quedaba. Pasado ese momento crítico, cuando se les empieza a calentar el cuerpo y rompen a sudar, caminan como campeones. Yo, sin embargo, llegué a la cima pidiendo clemencia. La edad no perdona.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Instrucciones previas


Si ya no puedo llevarme el pan a la boca
Si un día no devuelvo la mirada que me habla y me requiere
Si me habita la ausencia
Si se vacían los cajones de la memoria
Si un día me cago encima y no soy capaz de pedir perdón
Si me abandona la vergüenza
Si la gratitud me es ajena
Si la palabra se apaga
Si el pensamiento zozobra
Si el dolor es terco y puntual
Si un día descubres pegollos de clorofila bajo mis uñas
Si el sufimiento se pasea por mi cuerpo sin tapujos
Si una máquina me da la vida que la sandre no sostiene
No sólo si, pero también; entiéndaseme bien
Si los seres que me quieren y quiero,
solo esos,
los que yo quiero,
ya no quieren verme así
entonces que se apague la luz.

Pero si ellos quieren, los que yo quiero y me quieren,
yo también quiero y les acompaño animoso y sin titubeo,
sostenido por su fuerza mientras ellos quieran y puedan.

Pero si no hay acuerdo, que se apague la luz.

Cuando digo quiero digo pocos
Digo sangre, digo piel, digo saliva, digo cuerpos
digo día y noche, digo proyecto, dígo compromiso.
Digo tres, digo vosotros, digo amor y besos.
Digo confianza y dolor.
Digo siempre.

Espero también que reciclen mis entrañas

6 segundos





El otro día se celebró la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria organizada por la FAO. A tenor de este evento escuché una entrevista en la radio con el Director General de la FAO, un extranjero que hablaba un español diáfano y elaborado que ya quisiera Belén Esteban, y venía a denunciar que en el mundo muere de hambre un niño cada seis segundos
1
2
3
4
5
6
Han pasado seis segundos. Descanse en paz.

Es posible que tras los seis segundos se esconda tan sólo un titular de prensa y que los datos que lo sustentan sean una pura exageración. No nos desviemos. Con una sola persona que se muera de hambre es ya una tragedia.
Pensadlo. Morir de hambre. Como un naufrago privado de todo retorciéndose de dolor y sufrimiento. O como una rana en una olla cuya agua se va calentando poco a poco. Morir con el estómago vacío y las entrañas sangrando. Una muerta lenta y extenuante, débil y minado por la enfermedad.

Decía el director de la FAO que en el año 2005 se había elaborado un programa internacional para reducir a la mitad el número de los 800 millones de seres humanos que pasan hambre. El año límite era el 2015. Bien. En el año 2009 no sólo no se había logrado reducir ese número, sino que nos acercamos a los 1000 millones de personas que pasan hambre.

Las cifras son muy muy gruesas, pero detrás de esos 1000 millones de personas hay una persona con un nombre, un raza, un género, una nacionalidad, una aspiración personal. Manuel, Carmen, Mohamed. Ponedle vosotros el nombre que queráis.

La población actual mundial se acerca a los 9000 millones de habitantes. Casi el 10% de la población pasa hambre en el año 2009.

Se quejaba el director de la FAO que el hambre en el mundo es un problema que es eterniza porque no hay voluntad política de solucionarlo y daba cómo ejemplo la actitud de todos los gobiernos del primer mundo para salvar el sistema financiero cuando hace un año los bancos amenazaban con la banca rota. Todos los gobiernos ante una catástrofe de esa magnitud fueron capaces de ponerse de acuerdo y insuflar millones y millones de euros para salvaguardar la estabilidad del sistema. Si la lucha contra el hambre fuera una prioridad, con mucho menos dinero, se podía dar una solución a un problema estructural en manos de iglesias y organizaciones no gubernamentales.

Los números son muy gruesos, tan gruesos que como individuos no sentimos abrumados, tan abrumados que no nos sentimos responsables de la solución. Qué puedo hacer yo, pobrecito de mi, para saciar el hambre de 1000 millones de individuos, si todos los gobiernos, las FAO, la UNO, la Iglesia, Manos Unidad ,etc ,etc, no pueden hacer nada con todos los medios de que disponen. Qué fácil es que el problema sea tan grande y no podamos hacer nada.

Yo soy de los que creo en el Efecto Mariposa, de los que cree que “ el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo", que nuestras acciones tienen un efecto en algún lado aunque no siempre lo veamos o seamos conscientes de ello, que muchos gestos pequeños conforman un gran gesto y que cada uno de nosotros, como ciudadanos individuales, podemos hacer mucho en nuestra vida cotidiana para modificar las condiciones generales, ciertas reglas del juego.

Como ciudadanos individuales podemos elegir nuestros hábitos alimenticios, nuestros hábitos de consumo, nuestros hábitos financieros, nuestros hábitos de ocio, etc. Porque no es lo mismo consumir verdura que carne, o economizar que derrochar, o comprar en la tienda del barrio que en las grandes superficies, o invertir en un banco que en otro, o comprar los productos de una empresa que los de otra, o votar a un partido que a otro, o hablar que callar, o pagar impuestos que no pagarlos. Pensadlo y veréis que es mucho lo que podemos hacer, sólo con poner un poco de atención.

El hambre no se soluciona con limosnas ni con conciertos beneficos, se combate con actitudes y políticas firmes y correctamente financiadas.

martes, 10 de noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

De niños refalfiaos y de papás alibabá ( I I )



Harto de que destrocen la ropa, de que descuiden sus cosas, de que crean que se merecen premios y chuches por el simple hecho de respirar por las mañanas, harto de que crean que todo lo que tienen o desean es un derecho irrenunciable e indiscutible, les llamé al orden, me los llevé a la cocina y llené un caldero con agua. Cascarrabia´s Kid y el Agente Naranja no disimulaban su asombro antes mi arrebato.

-Chicos- les dije - El agua que contiene este cubo es el dinero que dispone la familia para salir adelante durante todo un año. Si se acaba el agua del cubo, no hay dinero para nada más- Y comencé a sacar agua del cubo a vasos llenos.

- Este vaso es lo que nos gastamos al año en comida, éste lo que nos gastamos en la casa, éste en gasolina para el coche, éste en ropa, éste en libros, éste en chuches, éste en tal, éste en cual - Y asi hasta que el cubo se fue vaciando. Cuando el cubo estaba completamente vacío les anuncié que lo que quedaba en el fondo era precisamente el dinero para poder irnos de vacaciones en verano. Me miraban atónitos. Sus miradas iban del fondo seco del cubo a mi persona, haciéndose cargo de la magnitud de la catástrofe, esperando que papá chistera encontrara una solución a ese nuevo drama familiar: ¡ no quedaba agua en el cubo para irse de vacaciones!

Volví a llenar el cubo de agua y suspiraron con cierto alivio.

- Ahora os voy a contar lo que debemos hacer para que nos quede dinero a final de año para irnos toda la familia quince días de vacaciones a la playa. Tenemos que ahorrar y el ahorro es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la familia.

Saqué del cubo los vasos relacionados con los gastos generales del presupuesto familiar y centré la atención en aquellos aspectos que me interesaban.

- Este vaso es lo que nos gastamos al año en ropa para vosotros, ¿ lo veis ?- asintieron-, pues si en lugar de destrozar los zapatos dando patadas a todo lo que se menea o rompiendo los pantalones tirándoos por el suelo, cuidaís un poco la ropa, todo este agua se queda en el cubo- Y eché de nuevo en el cubo medio vaso de agua.

Así fuimos haciendo un repaso de todas aquellas partidas presupuestarias donde todos los miembros de la familia podíamos contribuir al ahorro general. Al final del repaso, cuando tocaba la partida relacionada por las ansiadas vacaciones familiares, en el fondo del cubo quedaba una buena remesa de agua.

Los aplausos y vítores resonaron por toda la cocina. Paris era una fiesta, que dijo el otro.

Habían captado el concepto a la primera y, aunque una cosa es predicar y otra dar pan, Campanilla y yo estamos razonablemente satisfechos del compromiso de los muchachos con la economía familiar.

Ahora, cuando amenzan con ponerse pesados con algún capricho, les recordamos: ¿ qué prefieres, el caramelo o las vacaciones?

A día de hoy ganan las vacaciones por goleadas.

domingo, 25 de octubre de 2009

De niños refalfiaos y de papás alibabá ( I )




Un niño refalfiao es un niño que no conoce la privación ni un "no" por respuesta, son niños que nadan en la abundancia de lo superfluo y lo tienen todo, absolutamente todo incluso antes de que surja en el niño el propio deseo de poseer los objetos que se les pone en las manos. Qué gran error. Nada alimenta más que el deseo y nada forja los caracteres mejor que las travesías personales por lograrlos. Si matamos el deseo, ¿ qué clase de niños estamos generando?, ¿ y si el niño desea y se le dice "no", qué sucede?, ¿ se rompe? La frustración es también una escuela necesaria.

La mayoría de los niños de hoy en día están todos refalfiaos, es un hecho.

La culpa no es de los niños, sino de los padres "Alibabá" o de los abuelos "Lámpara Maravillosa" que con que el niño frote un poco o se cumplen sus deseos o sacan el genio y los padres de hoy en día, o la sociedad en que estamos inmersos, no estamos preparados para soportar el mal genio de nuestros hijos, por eso los malcriamos.

Los padres de hoy en día no lo tenemos nada fácil, no es sencillo remar contra corriente, pero también podíamos esforzarnos un poco más. Es importante que los niños sepan que los recursos son limitados, que el dinero no sale de debajo de la piedras y que obtener ciertos bienes supone tener que renunciar a otros. Decidir es también una importante pedagogía. En fin, es importante que los niños sepan que, como las empresas, las familias tienen un presupuesto y que para poder disfrutar de unas cosas es necesario renunciar a otras.

Cascarrabias´Kid y el Agente Naranja gozan de un nivel de vida del que no gozaron sus padres a su edad. No es bueno ni malo, pero deben conocer que ese bienestar viene del esfuerzo, que los juguetes que disfrutan proceden del trabajo y del sacrificio de sus padres y que deben participar en la mesura y en la economía familiar, ¿ cómo?

Continuará...

viernes, 16 de octubre de 2009

Evolución


Como ibamos diciendo, lo del evolucionismo darwiniano es toda una fuente de continuas sorpresas. Por ejemplo, los niños de hoy en día ya no se mean en la cama. En mis tiempos, hasta nuestros buenos 8 o 10 años, siempre sufríamos alguna fuga vergonzante en el peor momento. Los niños de hoy en día vienen con los esfínteres soldados. Es apagarse la luz y obstruirse el conductos. En acto reflejo: oscuridad-cerrazón. Y desde una edad más temprana que sus procreadores.

Sin embargo, la naturaleza es sabia, pero no perfecta, y he observado y constatado fehacientemente, que tal cerrazón esfinterial no es total, sino que más bien se ha desplazado en el tiempo. Los niños ya no se mean en la cama, les entra las ganas a la hora de comer. Por lo menos a mis hijos.

No hay manera de sentarse a comer un día sin paseitos de ida y vuelta. Es ver el plato de acelga encima de la mesa y aflojarse el esfinter. Todo uno. Lo mismo sucede con el pure de verduras,con la coliflor, el repollo y todos los platos condimentados con cebolla visible ( si está bien picada, tragan) y pimiento ( rojo). No sucede así con las carnes y pescados, con la pasta ni el arroz. Es sorpendente, ¿no?

Y luego dicen que las verduras son buenas para todo. A mis hijos les tiene la vejiga trastornada.

Vivir para ver.

lunes, 12 de octubre de 2009

La risa




Me he aficionado a las novelas antiguas: Julio Verne, H.G. Wells, Lovecraft, Asimov, Bradbury, Arthur C.Clark. Son francamente entretenidas, y cómicas, muy cómicas. Todos esos visionarios que imaginaron un futuro tecnológico, cósmico y nómada se equivocaron de cabo a rabo. Los seres humanos hemos seguido evolucionando y nuestro cerebro ha sido capaz de desarrollar todas sus potencialidades. Los seres humanos hemos derrotado a la incertidumbre y hemos aniquilado las pasiones, comprendemos todo, lo sabemos todo, somos capaces de anticiparnos a todo y organizarlo todo. La vida se ha vuelto segura y terriblemente aburrida. El amor está planificado, el afecto no nos afecta y tampoco lo ejercitamos, no hay angustia, no hay miedo, no hay dudas, tampoco hay risa.

Los seres humanos de hoy en día ya no se ríen. No hay contradicción entre la realidad y nuestra percepción de esa realidad. Cualquier suceso está racionalizado, ningún suceso es capaz de hacer reir. En ningún caso.

La cosa es más sería de lo que parece. Si bien la risa humana fue fruto de la evolución del sistema límbico, a medida que el cerebro comprendía, poco a poco se iban atrofiando la amígdala y el hipocampo, los rostros se tornaban serios, los músculos flácidos de la boca nos cuelgan ya como los belfos de un dogo, el cerebro ya no segrega endomorfinas, no hemos conseguido desarrollar ninguna pastilla capaz de suplir los efectos de la risa, los cerebros se secan como la mojama, la gente se muere por falta de riego, toda la gente se muere, nos hemos estado extinguiendo poco a poco. Ya quedamos muy poquitos humanos. Qué ironía: la inteligencia nos está matando.

El que escribe estas líneas es un retrasado mental. Quiero decir que soy tonto, como tantas veces he tenido que escuchar, lo que quiero decir es que mi cerebro no funciona al mismo nivel que el de mis coétaneos. Es como si se hubiera quedado en un estadio precoz de la evolución. Vamos, que yo aún me puedo reir. Un caso de estudio dijeron. En fin, las burlas de la infancia se han tornado lanzas en la edad adulta. Trato de aprovechar cada día al máximo mis extraordinarias facultades, me regodeo en mi propia subnormalidad, me río, me carcajeo, desde que me levanto hasta que me acuesto, aunque reconozco que todo lo que está sucediendo no tiene ninguna gracia.

Por cierto, se me están agotando las reservas de chocolate. Hoy me tomaré la última onza.

jueves, 8 de octubre de 2009

Infancia y codicia



Que digo yo, que el Correa ese de la trama Gürtel de la que tanto se habla, cómo era de pequeño. ¿ fue un niño de buena familia o pasó penurias?, ¿ supo lo que es pelear con sus hermanos por el último resto de comida, se acostó alguna vez con hambre, se paraba en los escaparates de las confinterías como si mirase imposibles, iba al cole con remiendos, heredaba la ropa raída de sus hermanos mayores, sus libros de texto los habían escrito otros, acumulaba canicas como si fueran monedas de oro?, ¿ o tuvo una infancia plena, iba al parque con chacha, dejaba la comida en el plato sin que nadie le dijera nada, vestía como si todos los días fueran de primera comunión, tenía prohibido mancharse, tuvo los mejores juguetes antes que nadie, se aburría con el coche teledirigido a solas en su cuarto?

No lo sé. Pero si sé que la codicia, ese sentimiento tan extremo y debastador, tan obsesivo, se engendró en esos tempranos años, sean como hayan sido. A mayor escala, el delincuente que estamos conociendo, alimentó una semilla que estoy seguro que nacio en esos tempranos años.

Y eso es lo que me preocupa.

En mi infancia y en mi adolescencia, llevado por la codicia, cometí también acciones de las que me avergüenzo y sonrojo sólo con evocarlas. Afortunadamente, llegado a la edad adulta, he desarrollado un desapego asombroso por el dinero, la envidia y los bienes materiales. Pero sé, porque lo he vivido, que todo pudo ser de otra manera...

Y me preocupa porque tengo dos hijos en la edad de descubrir el mundo y transitar por todas las pasiones, incluida la peligrosa codicia. Cómo inculcarles que el dinero no es lo importante, cuando todos los estímulos les predican la opulencia. Cómo demostrales que el dinero es un medio, no un fin, cuando un cromo puede despartar la envidia más extrema. Cómo enseñarles que lo importante no es tener, sino conformarte con lo que tienes, cuando todo nunca es suficiente y los pequeños dioses reciben ofrendas y donativos todos los días.

Y si un día la fuente se agota, ¿ qué camino tomarán...?

martes, 6 de octubre de 2009

La Edad del Miedo




Igual que los antiguos tuvieron su Edad Media, su Renacimiento, su
Revolución Industrial o su Edad Moderna, estos años que nos está tocando
vivir podrían pasar tristemente a la historia como La Edad del Miedo.

Vivimos inmersos en el temor y la zozobra continua. Todos nuestros
actos más cotidianos e íntimos están condicionados por el miedo: miedo a
pasear por determinados parajes por los que probablemente jamás iremos,
miedo a adquirir alimentos en mal estado, miedo a caer enfermos o verse
infectados por síndromes inconfesables e improbables, miedo a que
nuestros ordenadores se constipen, miedo a la factura del móvil, miedo a
ser robados, agredidos, miedo a ser víctimas de un atentado improbable,
miedo a que les suceda algo a nuestros hijos o a nuestros familiares por
nimio e insignificante que sea, miedo a que estalle una guerra en el último
rincón del mundo que amenace aunque sea muy de refilón y cogido por los
pelos nuestras acomodadas existencias o miedo a que se activen de repente
alguno de los numerosos y pequeños peligros que sazonan nuestra vida
cotidiana. Tenemos miedo al miedo.

El miedo no existe, aunque a veces tengamos la sensación de que lo
palpamos, lo olemos y lo escuchamos. El miedo es sólo un estado de ánimo
y los estados de ánimo mutan, cambian, varían y, además de mutar, los
estados de ánimo son fácilmente manipulables. El miedo es una arma
poderosísima y alguien lo sabe. El miedo nos limita como personas, nos
coarta, el miedo condiciona nuestras decisiones, el miedo domina nuestra
consciencias, las invade, las acapara, las tutela. El miedo, en definitiva, nos
hace esclavos. Quien controle nuestro miedo, nos controla de una manera
efectiva y total. El miedo es un sentimiento muy primario que desencadena
respuestas muy primarias de autoprotección y supervivencia. Y alguien lo
sabe. Generar miedo es un negocio muy barato y muy rentable.

En el nombre del miedo, los gobiernos están legislando en contra de los
intereses y derechos que nos corresponden como ciudadanos. Por miedo
cedemos a nuestros gobernantes la tutela efectiva de nuestros derechos y
libertades a cambio de una seguridad ficticia, porque la seguridad absoluta
tampoco existe, ni nadie nos la puede prometer, ni dar, ni otorgar, lo diga
quien lo diga. La seguridad es tan subjetiva como el miedo. Ni más ni
menos.

En el nombre del miedo dejamos que los gobiernos vigilen nuestras
comunicaciones y tengan registrados todos los pedos que nos hemos tirado
desde el día que nacimos. En el nombre del miedo los gobiernos llenan las
calles de cámaras de seguridad, policías, guardias de seguridad. En el
nombre del miedo cada año aumentan las partidas destinadas a armamento
militar, en el nombre del miedo nuestras ciudades se vuelven poco a poco
más hostiles e inhabitables, en el nombre del miedo los medios de
comunicación nos bombardean día y noche en la doctrina del miedo, para
que tengamos en todo momento presenten los múltiples peligros que nos
acechan. Si en la edad media era el Diablo el que templaba la voluntad de
los hombres en la Edad del Miedo es el propio miedo el que nos encoge el
corazón.

Hoy más que nunca son necesarios líderes capaces de predicar la confianza;
políticos capaces de romper con la diabólica dinámica del miedo;
intelectuales que proclamen la verdad: que el peligro existe, que el peligro
siempre existirá y que es un componente más de la vida, como lo son la
alegría, el dolor, la felicidad o la frustración. El peligro siempre ha estado
ahí y tenemos que saber convivir con él. Millones de humanos lo han hecho
antes que nosotros, por qué no vamos a poder nosotros también.
Estoy convencido que el mensaje del miedo puede ser derrotado, que sólo
hay que proponérselo. Una sociedad capaz de convivir con el peligro – con
el miedo ya convivimos, no nos queda otro remedio – sería una sociedad
más libre, más creativa y más dichosa. Nadie dijo que vivir fuera fácil, pero
existen muchas alternativas mejores a una vida mediatizada por el miedo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Resistencia




Yo y mi obstinación nos hemos acantonado en estos riscos.
La razón me asiste sin duda.
La empalizada es inexpugnable.
De todos modos la desconfianza me atenaza.
Aún tengo muy presente a todos mis enemigos.

Por si acaso he dinamitado todos los puentes.
Ya nada me puede salvar.
La razón está por fin a salvo.

Pasa el tiempo.
Me vence el desasosiego.

Cuanto más lo miro,
más que cuesta distinguir todos los matices de la acacia.

lunes, 7 de septiembre de 2009

El Real Oviedo




Muchas veces digo que a mi no me gusta el fútbol, que en realidad lo que me gusta es el Real Oviedo. De hecho, llevo más de veinte años yendo regularmente al Estadio Carlos Tartiere, al viejo y el nuevo, y he visto muchos partidos, pero fútbol lo que se dice fútbol, jamás.

Tampoco sigo la liga ni tengo ninguna preferencia respecto los grandes equipos de primera, ni el Madrid, ni el Barcelona, ni nadie. Sólo me interesa el destino de mi equipín del alma.

En las reuniones sociales y desenfadadas a menudo me toca bailar con la más fea, me dan estopa por arriba y por abajo. Algunos me toman por un "looser" total, otros por un excéntrico, otros directamente por gilipollas.

Yo siempre digo que es al revés, que cualquier imbécil puede ser socio o aficionado de un club grande, pero ay amigo, ser aficionado del Real Oviedo tiene su aquello, no lo puede ser cualquiera, somos "la cream de la cream", un manojo muy exclusivo y selecto, una joya de muchos quilates y como las cosas de valor, escaseamos.

Un carnet del Real Oviedo es un título de nobleza, no se lo dan a cualquiera. Cuando vas a sacarlo debes llevar el DNI, dos fotos de carnet, tu árbol genealógico y dos lacayos de librea. A la puerta del club te recibe un edecán, te revisa el pedigrí y sólo si está todo correcto te dan el carnet. La mismísima Duquesa de Alba vino un día con toda la impedimenta y como es aficionada a unos de esos equipillos del sur de España, se lo negamos. La duquesa venga a insistir, venga a insistir y no hubo manera, la dejamos sin carnet. Qué se creían. Lo nuestro es cosa seria.

Nuestros vecinos del otro lado del río Piles están muy gallitos porque han vuelto a jugar en primera división y porque son un club centenario. Que digo yo, que hace cien años las pelotas eran de trapo, los campos eran patatales y no había contra quien jugar. El Real Oviedo fue gente consecuente, esperó a que las reglas estuvieran claras, en 1926 había ya una cultura, una liga, la gente distinguía una coz de una falta, que duelen lo mismo, pero una la pitan y la otra no. En fin, que fuimos gente consecuente. Además las mejores cosas son las que más se hacen esperar.

Y lo de militar en la primera división tampoco es para tanto. A los del Real Oviedo nos gusta tanto el fútbol que tenemos una visión panorámica de todas las categorías del fútbol español, las conocemos todas: la primera, la segunda, la segunda B, la tercera y en los orígines, la tercera regional, somos lo que se dice un club con perspectiva. Los clubs que sólo conocen la primera división ni conocen el futbol nacional ni han sabido forjar el carácter con todos los matices de la desesperación. Son como niños consentidos, hijos de papá, gente de poco fiar, están acostumbrados a tenerlo todo y no conocen el mérito de ganar las cosas con su propio esfuerzo, desconocen la frustración, la congoja, el irritación, el cabreo supino y otros muchos matices del sentimiento humano. Aguantarlo todo y seguir siendo fiel dice mucho de la persona ( lo que áun no sé es si lo que dice es bueno o malo).

Ganar no lo es todo, además los títulos, las copas, los trofeos y todo eso, ocupan la de dios de espacio y ya no queda gente que limpie la plata como antes, en fin, un engorro. Titulos, cuanto menos, mejor. Que después te los roban y te llevas un disgusto tremendo.

Los aficionados del Madrid, por citar a unos de los más consetidos, cuentan sus partidos por victorias, para ellos el fútbol se reduce sólo al gol. Nosotros, sin embargo, conocemos la belleza extrema de los detalles. Aquel saque de banda de Elcacho, aquel despeje de Sañudo, aquel gol de Carlos que pudo haber sido y no fue, aquella lesión de Prosinecky, la pelota que Viti no blocó, aquel caño que le hicieron a Gorriarán, otra tarjeta roja directa para Lacatus, aquella puesta de sol el día que nos metió 9 el Valladolid en nuestra propia casa, el peanlt que Chapacú mandó a las manos del portero. Lo nuestro es la lírica, la poesía, lo menudo.

Por la sangre de mis hijos corre ya la afición del Real Oviedo, les he inoculado el virus de la pasión azul. Y es que lo nuestro es pura Pasión y sólo Pasión, porque la Gloria es una señora petarda que jamás se ha dignado poner un pie en el Carlos Tartiere. Ella se lo pierde.

¡Hala Oviedo!

sábado, 15 de agosto de 2009

La reina de Saba



Los próximos quince días me mudaré a la casa de la Reina de Saba, mi madre, para cuidarla. Tendré que cocinar, sacarla de paseo, atenderla y contestar una y mil veces las mismas preguntas de siempre, escuchar los mismas historias, encajar los mismos reproches.

Creo que llevamos ya en esta situación casi cinco años entre los cinco hermanos y la enfermad de la desmemoria sigue avanzando sin pausa. Esa enfermead que se bebe el alma y deja intacta la carcasa.

Cada vez es más duro de llevar.

La reina de Saba además no da ninguna facilidad: la soberbia la mantiene despierta y en guarda permanetemente.

Sé que durante esos quince días perderé la paciencia varias veces, me enfadaré alguna más u seré insolente y despota con la reina más veces sin duda de las que se merece.

Aunque cada vez me cueste más reconocerla y me resulte latosa y pesada, y frágil,la reina de Saba es mi madre. Y hubo un tiempo en que lo fue todo para mi ( no sé por qué uso el pasado)

Es bueno en este duro trabajo que se ha convertido su senectud, recordarla en sus buenos tiempos, en los momentos de esplendor físico, mental y afectivo.

Cuando yo tenía veinti pocos años, en el año 93, me dieron una beca para trabajar como lector en una Universidad austríaca. Yo había estado todo ese año en Alemania haciendo que estudiaba y, como hace casi un año que no veía a madre, que ya estaba viuda, quedamos en encontrarnos en Madrid para hacer turismo juntos y, de paso, firmar en las oficinas del Ministerio de Asuntos Exteriores los papeles de mi lectorado. Estuvimos juntos en Madrid cerca de una semana. Visitando museos, pateando la ciudad, tapeando y conociendo juntos la capital de España. Porque por muchas veces que hayas estado en una ciudad, nunca es la misma si regresas con otra persona, como era el caso.

Disfrute mucho de mi madre esa semana. Ya no era una mera relación de madre arriba e hijo abajo; era una relación de madre que te abre su corazón, con sus abismos y sus cúspides, e hijo que ya está plenamente emancipado y ha dejado de ser una carga u objeto de protección permanente.

Uno de esos días acudimos juntos al Ministerio a firmar mis papeles. Como llevábamos toda la semana juntos, fuimos también juntos. Nada más normal. Subimos juntos y esperamos juntos a que me atendieran.

Mientas esperaba junto con mi madre, pensé en un momento lo ridículo de la situación. Un hombre hecho y derecho acude con su madre a una entrevista de trabajo. Para más vergüenza, cuando salió a buscarme la funcionaria con la que me debía entrevistar, mi madre se levantó tras de mi y nos acompañó al despacho de la Directora General o lo que fuera. No nos acompañó, no, en el trascurso del paseo de la sala al despacho se hizo íntima amiga de la funcionaria mientras yo las seguía por todos esos pasillos llenos de gente, dos pasos por detrás, callado y muerto de vergüenza: sin dar crédito.

En resumen, la funcionaria no me entrevistó a mi, si no a mi madre, que le contó todas las excelencias de la calidad humana de su retoño. Yo quería que me tragara la tierra y, a la vez, la situación no podía ser más cómica.

Salió todo bien. Supongo por el toque humano de la reina de Saba. Pero cuando salíamos del edificio y le comenté lo absurdo de la situación que acabábamos de representar, ella sintió más vergüenza que yo.

Te quiero mamá.

viernes, 7 de agosto de 2009

Las gaviotas


Las gaviotas son aves marinas.
Vuelan en círculos, planeando o batiendo las alas,
apoyándose en las corrientes de aire caliente.

Los ornitólogos denominan a ese vuelo esquivo circunloquio.
Las gaviotas no afrontan los problemas, los sobrevuelan.

Hay quien dice que las gaviotas tienen un ramalazo de carroñeras.
Son ganas de calumniar.

Muy limpias, no son.


Las relaciones entre otros miembros de la especie
son eminentemente políticas:

Edifican sus nidos en zonas protegidas...
Ocupan el nido de sus congéneres...
Ejercen la violencia y otras formas más sutiles de coacción...
Dirimen sus desencuentros en los juzgados...
Compran a los jueces...
Sus conversaciones son ensordecedoras...
El instinto anida en su estómago...
La gula les pierde...
Conocen la corrupción...
Conocen la lascivia...
Van a misa...
Se emborrachan...
Ensucian todo...
Van a la guerra...
Se pasean desnudas...


Las gaviotas se han adueñado del paseo marítimo.
Silenciosa e implacablemente.
Su mierda copa ya todo el territorio.

Dónde iremos a pasear ahora.
Cómo nos ha podido pasar.

Joder con las gaviotas.

viernes, 31 de julio de 2009

S´acabó lo bueno



Hoy he vuelto de las vacaciones. He estado quince días con la manta y la radio. La manta es mi hijo el Agente Naranja: no hay quien se lo quite de encima; la radio es mi hijo, Cascarrabia´s Kid: no calla ni debajo del agua.

Las vacaciones de verano es la única época del año que tengo la oportunidad de compartir las 24 horas del día con mis hijos. Este año falló Campanilla. Cosas de la crisis. Ha conseguido un trabajo y no ha habido forma de compatibilizar su tiempo con las vacaciones de la familia.

A pesar de la ausencia no han sido unas malas vacaciones. Ha habido que multiplicarse y ha habido poco tiempo para relajarse, pero no, desde luego que no, no han sido unas malas vacaciones.

Hemos buceado, hemos pescado y hemos andado mucho mucho en bicicleta. Lo más peligroso era ir en conche con Cascarrabia´s Kid. La velocidad le inspira, se pone a darle al magín y con sus casi siete años me fríe con preguntas del tipo: ¿ a dónde nos vamos cuando nos morimos?, Si Jesús es nuestro padre, ¿ Dios es nuestro abuelo,no? etc. En fin ,que si estos temas son peliagudos en invierno, en verano, con el calorín, sudaba doblemente. Ya no cuela eso de " no me distraigas, que voy conduciendo".

También descubrí al Agente Naranja. No sé por qué pero es una persona especial. Tiene imán con la gente y ... no me acaba de gustar del todo. Siento que desde un punto de vista afectivo se empieza a ejercer una presión sobre su personilla que ni necesita ni sé si es capaz de negociarla. Yo me entiendo.

El verano es también tiempo de lectura. Me he despachado "Las aventuras del buen soldado Svejk". El vulgo tiene asociado este libro a una seria ya antigua de televisión en la que se contaba la historia del muy imbécil soldado Sveik. Efectivamente, Svejk es un majadero, pero lo que narra el libro sobre todo es la historia de un imperio burocratizado, decadente, absurdo y corrempido, inmerso en una guerra brutal, burocratizada, decadente, absurda, corrupta y real, muy real y muy sangriente.

Es imposible hablar de funcionarios y burócratas sin acordarse del posiblemente mejor cuento de la historia de la litaratura. "La muerte de Ivan Ilich" de Leon Tolstoi. Si no lo leen, no digan que no habían oído hablar de él.

sábado, 4 de julio de 2009

Es volver a sentirse gente



La casualidad no existe, te elije.

En la biblioteca de la familia había un libro de pastas gordas que siempre había tenido ganas de leer. Una vez, en la adolescencia, lo intenté y no debí pasar de la décima página. Desde entonces las ganas de retomar su lectura me perseguía y ya paso de los cuarenta. No es casualidad que precisamente ahora, en estos tiempos de precariedad, pobreza e insolidaridad haya caido de nuevo en mis manos este libro y en esa edición. "Las uvas de la ira" de John Steinbeck.

Es una novela de los años cuarente que narra la época posterior al crack de 1929 en los Estados Unidos, los años en que América fue pobre y los campesinos de los estados del interior, Oklahoma, Arkansas, Texas, perdían sus acres de tierra a manos de los bancos y debían emigrar a otros estados más prósperos, como California en el caso de la novela, con una mano delante y otra detrás, para salir adelante, llevando consigo todas sus pertenencias y la numerosa familia, y eran recibidos por sus compatriotas ricos como animales sucios, malolientes y subversivos: rojos, que dice en la novela, porque no se conformaban con vivir en unas condiciones infrahumanas, trabajando de sol a sol y por un salario de mierda.

La edición de la novela es de finales de los años sesenta, una edición cuidada de una serie que debió editar la editorial Planeta con intenciones de gran difución y popularidad. Cuarenta años después las páginas amarillean y despiden un intenso olor a papel viejo y rancio. La tradución nos dice un poco cómo era la España de aquella época. El traductor se ve obligado a explicar en una nota a pie de página que el "blues" es una típica canción popular de los negros ( no me digan que no es tierno), no traduce al castellano la ropa de los campesinos " Overalls" ( monos) ni váter (water close) y explica a pie de página que la palabra "nursery" no tiene traducción al castellano, cuando posiblemente en aquella época en España no existía el concepto de guardería para niños. Ya se sabe, la mujer con la pata quebrada y en casa.

A lo que iba. La verdadera literatura, las novelas de verdad, narran siempre la historia de un viaje, en el espacio: la Odisea, Tirant Lo Blanc, Don Quijote de la Mancha, Robinson Crusoe, Corazón en las Tinieblas, Todos los hermosos caballos; o en el tiempo: 1984, Los Buddenbrock, Fahranheit 491, Historia de dos Ciudades, 100 años de Soledad, etc. El viaje de la familia Joad desde Oklahoma a California es un viaje por todos los matices de la dignidad humana, es el viaje de un familia humilde, unida y digna que mantiene ante la adversidad la dignidad y sabe que es precisamente en esa dignidad donde reside su mayor fuerza.

La familia Joad nos enseña que en los peores momentos es lo mejor de la condición humana lo que nos salva, el valor al que nunca en las peores circunstancias se debe renunciar. Es el trato humano y la solidaridad lo que nos hace sentirnos gente.

La novela es buena y necesaria y si no creen en la casualidad, abranla y leanla ahora mismo, precisamente ahora que han llegado los años de vacas flacas y todos culpan a todas y nadie hace nada por nadie. Léenla y reflexionen sobre lo que estamos haciendo cada uno de nosotros por mejorar la situación difícil que nos ha tocado vivir.

Yo he aprendido algo y no pienso renunciar a sentirme gente y a que la gente que me rodea, conocida o no, también lo sienta.

viernes, 12 de junio de 2009

El precio del pan



Hay algunos bienes de consumo cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas variaciones en su precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada. Se dice de ellos que tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario, son poco sensibles al precio son los de demanda inelástica o rígida. En éstos pueden producirse grandes variaciones en los precios sin que los consumidores varíen las cantidades que demandan.

Por ejemplo, el pan de harina de trigo es un producto típicamente inelástico ya que es considerado un artículo de primera necesidad, de tal manera que, aunque el precio del mismo subiera drásticamente, la demanda no se modificaría en la misma medida (duplicar el precio de la barra de pan no provoca que la demanda baje a la mitad), mientras que bajar su precio no supondría un aumento de la demanda (que la barra de pan baje su precio a la mitad no provocará que consumamos el doble de pan).

Los dos hermanos de Gandía que contrataban inmigrantes sin papeles para trabajar en su obrador conocían como nadie la inelasticidad de su negocio y no se resignaban a ganarse el sustento cada día con el sudor de su frente por un pírrico beneficio y optaron por poner en práctica la elasticidad moral. Y sabido es que la moral es de todas las cualidades humanas, la más inelástica de todas, porque cuando la estiras una primera vez, jamás recupera la forma original.


Franns Rilles Melgar es un trabajador Bolibiano que llegó a España buscando el Dorado y se encontró que el Dorado no era el Dorado sino un timo devaluado. Y se encontró de pronto en un país extraño, sin papeles, excluido, pobre y donde se le cerraban todas las puertas.

Hasta que se encontró con los dos hermanos de Gandía, dos trabajadores como él, que sabían lo que era ganarse el pan con el sudor de su frente y que decidieron darle una oportunidad. Le contrataron. Cómo iba a ser ilegal contratar a un trabajador como ellos. Las leyes podían decir lo que quieran, pero la justicia estaba de su lado sin dudarlo. Comenzó la relación laboral, los hermanos contactos y Franns también.

La jornada laboral con la crisis comenzó a hacerse más elástica que nunca y estirando estirando llegó llegó a las 14 horas diarias. De qué te quejas Franns que si no fuera por nosotros estarías en la calle tirado como un perro. Y Franns aceptó porque era un afortunado jodido, pero afortunado. La jornada laboral resultó que también era inelástica, porque agrandar agranadaba pero jamás volvía a su posición original.

El último elemento inelástico de esta historia fue el brazo de Franns. Lo perdió trabajando a destajo, sin papeles, sin contrato y sin seguro en el obrador de los dos honrados empresarios de Gandía. La máquina le sajó el brazo y los hermanos lo tiraron a la basura y amenazaron a Franns para que no contará lo que había pasado cuando le hicieron bajarse del coche a 500 metros del hospital con el muñón sangrando.


Los hermanos de Gandía habían estirado sus convicciones morales tanto, que el viaje de vuelta se había vuelto irreversible. Lo suyo fue una cobarde huída hacia adelante.

Los honrados y generosos trabajadores tienen ahora un serio problema encima y espero que el juez les haga pagar por ello.

A mi estos días el pan no me sabe igual. Tiene la desagradable textura del chicle.

martes, 9 de junio de 2009

Leer para saber


A menudo leemos para evadirnos de la realidad, pero en ocasiones deberíamos leer también para conocer mejor la realidad, por incómoda que sea. De eso va el libro que recomiendo hoy, de todas las mentiras, medias verdades y otras falsificaciones relacionadas con los derechos humanos, las democracias y las ONGs.

No hay peor ciego que el que no quiere ver y a menudo acabamos creyéndonos nuestras propias mentiras. Los países de la Unión Europea, ¿ somos verdaderas democracias?, ¿ defendemos los derechos humanos dentro de nuestras fronteras?, ¿ tenemos políticas apropiadas para la erradicación de la pobreza?. Lo cierto es que no, o no siempre y desde luego no de la manera adecuada.

Leeanlo. Cuestiónense con su lectura sus propias convicciones. Juzguen sus conciencias y la de su gobiernos. No es un libro cómodo, pero luego no digan que no sabían...

Estebán Beltrán, DERECHOS TORCIDOS, Tópicos, medias verdades y mentiras sobre pobreza, política y derechos humanos, Colección DEBATE, Random House Mondadori

sábado, 30 de mayo de 2009

De paseo


Los patos baten sus alas con determinación de atletas.
Es el atardecer.
Su vuelo es de gran aliento
y deja en el recuerdo
el regusto de las buenas noticias.
No hay mejor noticia que su presencia
cerca de la ciudad.
Es el ánade real.

Más adelante, de vuelta a casa, la montaña se destapa ante mis ojos
con la rotundidad de una muchacha que se despoja de su lencería,
lentamente, con timidez.
Es la niebla que se va,
en silencio y asombro.
La luz del sol escoje entonces cada árbol y vierte
con pulso de cirujano, la cantidad exacta de verde,
la tonalidad adecuada de ocres,
el amarillo de los tojos,
las motas rojas del fruto del acebo
hoja por hoja, peciolo por peciolo,
emborrachando la ladera de clorofila y lentitud.

El agua interpreta de fondo una sinfonía de ruido y enfado.
Es un bandolero húmedo que se interpone en nuestro camino a cada paso.
Las tarabillas se inspiran en su presencia.
Lluvia, río, mar, niebla, escarcha, fuente.
El agua es una madre caprichosa que imparte lecciones magistrales de canto.
El bosque es su museo, su pomposa sala de conciertos.

Dónde ha estado la belleza todo este tiempo.
Hay personas que nacemos a los cuarenta.

Podría llorar.

domingo, 24 de mayo de 2009

Expatriando, que es gerundio




Estamos de nuevo en período electoral. En breve se dilucida el resultado de la elecciones al Parlamento Europeo.

Nuestros políticos habitualmente tienen en los medios de comunicación un protagonismo que no se merecen, y además de no merecerlo no se molestan los más mínimo en hacer un uso responsable y respetuoso de esa protagonismo. Al contrario, se esfuerzan por enmiendar todo lo que pueden la vida pública, alentar los bajos instintos y soliviantar los ánimos de su representados, esto es, nosotros, los ciudadanos. En fin, que no nos pase nada.

Para muestra de lo expuesto en las líneas de arriba, valga un botón. Esta semana oí decir por la radio al señor Vidal Quadras que se debería expatriar del país a todos aquello inmigrantes irreglares que delincan. Quien dice esto no es un personaje cualquiera, es un representante español en el Parlamento Europeo.

(Pertinente declaración de principios. La Unión Europea es el esfuerzo más grande en la Historia de la Humanidad por impulsar por medios políticos, pacíficos y democráticos una proyecto común entre un considerable número de países soberanos que históricamente se han dado cera de lo lindo. Eso significa nada más y nada menos el proyecto europeo del que como país formamos parte. Europa ahora mismo es o debería ser el símbolo de la concordia, del consenso, de la cooperación, del progreso, sobre las bases del multiculturalismo, el multilateralismo y la democracia. No lo olvidemos, por más que muchos políticos - no sólo españoles- se esfuercen en enterrar las bases que dieron alas a este utópico proyecto hecho realidad.

La Europa que hoy conocemos, esta Europa que atraviesa una crisis profunda, económica, social y de valores, no sería lo que es sin la aportación que han venido haciendo en todos estos años los inmigrantes, regulares o torcidos. Desconozco el porcentaje de esta aportación ha significado en relación con el PIB de la Unión Europea, pero, aunque en ocasiones se silencien estos datos en favor de los que asocian inmigración a delincuencia, nuestro estado de bienestar, el de la Unión Europea y el de España también, está íntimamente ligado a la aportación de estas hordas de extrajeros. Ud. también lo sabe, señor Vidal-Quadras, aunque no le interesa airear estos datos.

Lo que son las cosas. Hoy me he levantado selvático y le voy a dar a Ud. la razón, señor Vidal-Quadras, me voy a dejar llevar por el pánico, me voy a dejar abducir por el lado oscuro de la fuerza, voy a proyectar mis más bajas pasiones sobre el chivo expiatorio más débil e indefenso. Pero puestos a plantear soluciones drásticas, ¿ por qué expulsar sólo a los inmigrantes irregulares que delincan ?, a los regulares también: a la puta calle. Y aprovechando que se me calienta la boca y que estamos en crisis y tenemos cuatro millones de parados ¿ o son ya cinco?, por qué limitarnos sólo a los emigrantes, ¡ Vamos a expatriar a todos los delincuentes!, ¡ a todos sin distinción!¡ Ya verás que pronto se soluciona el problema del paro, señor Vidal-Quadras.

¿ Qué bien me he quedado? Esto de ser un cafre tiene sus ventajas. Debería probarlo más a menudo.

El problema que se me plantea ahora es dilucidar qué tipo de delito son causa de expulsión y expatriación, dónde ponemos el listón. No es problema baladí, señor Quadras, porque podemos dejar Europa más desierta que el Kalahari. Mire si no. ¿ Conducir con cierto exceso de velocidad es delito?, ¿aparcar mal el coche? , ¿tirar papeles por la ventanilla cuando vamos al volante?, ¿ olvidarse de pagar el IBI?, ¿ la viñeta del coche?, ¿ no declarar al fisco las donaciones patrimoniales?, ¿ pagar en B la compra de un piso?, ¿ colarse en la carnicería?, ¿ enchufar a un hijo en unas oposiciones o en el examen de fin de curso?, ¿ copiar en los exámenes?. Me dirá que esto son pecadillos que comete todo el mundo, pero no me negará que por algún sitio tenemos que empezar, ¿no?

En fin, como ve el tema da para mucho. Personalmente me gustaría mucho que me aclarara por dónde empezamos a cortar. También podemos poner el listón un poco más alto y empezar a expatriar a todos aquellos que malversan fondos públicos, a los que practican el cohecho como quien se enciende un puro y a todos esos políticos corruptos que se lucran al amparo de un puesto instucional que no les pertenece y que además tiene la poca decencia de señalar con el dedo a los más débiles, a los que no tienen voz. Es otra posibilidad, aunque a Ud. tampoco le guste.

No olvide por último, señor Vidal-Quadras, que tenemos todavía mucho que aprender de los inmigrantes, si nuestra soberbia nos permitiera escucharles. Los emigrantes viven en crisis permanete y saben vencer todas las dificultades con ingenio, esfuerzo y solidaridad. Cualquiera de nosotros, Ud. mismo sin ir más lejos, en la misma situación precaria y hostil de un inmigrante, se desmoronaría como un castillo de naipes. Ya sabe. Un esquimal podría vivir en su casa sin problema, pero Ud. no sobreviviría ni una semana en la casa de un esquimal.


Por cierto, el señor Aleix Vidal-Quadras se presenta a las elecciones por el Partido Popular.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Hooligans




¡ Gran espectáculo!, ¡ la cumbre balompédica! ¡ Colosal partido de fútbol!

Ayer se jugó la final del Estado de la Nación entre el Atletico Zapatero contra el Racing de Rajoy. Un gran ambiente reinaba en el hemiciclo, las hinchadas de ambos equipos se emplearon con pasión desbordada, no tanto animando a su propio equipo como abucheando las jugadas, los pases, los dribblings y los tropiezos - que también los hubo-, del equipo contrario. La afición estaba, como se suele decir, entregada.

El partido fue bronco. Mucho juego corto, mucha falta. Los dos equipos se olvidaron del balón y trataban de engatusar a la grada. El Atlético Zapatero sabía que llegaba a la final exhausto, ni el equipo, ni el ambiente, ni la forma física jugaban a su favor y planteó un partido de salida al despiste, aprovechando el factor sorpresa, como si se pudiera pensar que el fútbol se juega con pelotas cuadradas. Con su ingenio trató de descolocar al contrincante, de sorprenderle, de sacarle de su querencia, el atlético Zapatero buscó más el dribbling que el pase.

El Racing de Rajoy iba a lo suyo desde que el arbitro pitó el comienzo del partido. Salió a jugar con orejeras. Le daba igual que hiciera sol o que lloviera, que el contrincante tirara los balones por arriba o por abajo. Su planteamiento de salida fue el marcaje al hombre, el pase corto, la falta ( hubo golpes bajos, entradas por la espalda y plantillazos) con el único fin de cortar el juego continuamente, de tratar de encerrar al adversario en su propia área. "Qué no se nos vayan crudos", debieron pensar, pero se les fue la mano, por mucho que los vítores de su afición secundaran su estrategia.

Como siempre sucede en estos casos, perdió el fútbol. Otra final para el olvido. Otra oportunidad perdida.

Que bueno sería que surgiera en esta liga algún equipo capaz de plantar cara a la hegemonia de estos dos clubes que hace tiempo que han olvidado totalmente cuales son las bases del fútbol, sus normas más elementales y la belleza y utilidad de su finalidad. Los verdaderos aficionados no nos merecemos las malas artes de estos dos equipos, que sólo están preocupados por contentar a su hinchada y menospreciar a la contraria. Juegan al fútbol sin pelota y casi casi, sin porteria, sin objetivos, por el puro gusto de dar patadas y ver retorcerse al adversario de dolor.

Qué ha pasado con la deportividad.
Entre todos la mataron y ella sola se murió.

jueves, 30 de abril de 2009

El discreto encanto de la Hipocresía




Dame una cama de espinos y las haré pasar por plumas.
Ay de los poetas que loan las nubes y aborrecen la lluvia.

100.000 vírgenes pasean su desdén por la alameda,
Sus pechos se agitan de emoción
Los atardeceres son propicios a ciertas vaguedades
Al amparo de la luz más contagiosa.

Hoy se proclama una pandemia de pompitas de jabón.
Arden las rotativas, explotan los micrófonos, gran alarma en la televisión.
El escándalo adquiere dimensiones colosales.
La salud pública se tambalea.

La edición vespertina decreta la calma, ¡ qué contrariedad!
Al final no era para tanto.
Un poco de viento encerrado.

Brindemos con la copa del mejor vino
Ahora que detesto tu amistad.

La verdad se oculta en pozos más profundos cada día.
La civilización ha desarrollado herramientas endemoniadamente sofisticadas.

domingo, 26 de abril de 2009

Autobiografia, Charles Darwin


Se conmemora este año los doscientos años de su nacimiento y por sorprendente que parezca sus teorías son todavía hoy un caballo de batalla entre evolucionistas y creacionistas o negacionistas, entre los que asumen que las diferentes especies son fruto de una evolución y de una adaptación al medio y quienes defienden que detrás de esa evolución hay un diseño inteligente de origen celestial. Con la salvedad de que quienes defienden esta segunda postura lo hacen apoyándose en el relato bíblico, al que no le restan ni ápice de literalidad. Delirante.

El bueno de John Scopes, profesor en el estado de Tenesse fue condenado en 1925 por enseñar las teorías evolucionistas en su escuela. Cabría pensar que este tipo de actitides forman parte del pasado. Pues no. En varios estados de los EEUU está prohibido corromper a la juventud con estas ideas científicamente provadas bajo amenaza de prisión. Viva la Ciencia, el Progreso, la Cultura y la Libertad de Cátedra.

El "origen de las especies" es una lectura de referencia universal, por lo que significó en el momento de su publicación para el mundo de la ciencia y por lo que significa hoy en día en el ámbito de la lucha ideológica.

Esta semana ha caído en mis manos un libro delicioso y que merece la pena leer. Se trata de la breve autubiografía que escribió el señor Darwin para puro consumo familiar. Unas notas ágiles y sencillas en las que explica a sus hijos quién es su padre y qué le movió a hacerse ciéntifico.

En su relato no hay afán de protagonismo ni siquiera de reivindicar su obra. Tan sólo el interés en recordar su infancia, sus padres, sus amigos, sus maestros, sus viajes, sus experimentos, sus enfermedades y sus libros. Su lectura nos nuestra un hombre llano, que amaba su trabajo y su familia, un científico quisquilloso y un ser humano que sabía vivir, buen anfitrión, mejor conversador y al que le gustaba mucho divertirse.

El señor Darwin era, sin embargo, plenamente consciente del revuelo que podían desatar sus teorías y era precisamente esa responsabilidad la que movía a ser aún más escrupuloso en la preparación de sus experimentos y en la contrastación de todos los datos, en el rigor de sus exposiciones. Él fue su mayor crítico y su única motivación era el amor por su profesión y por la verdad. Posiblemente esa dedicación al trabajo y honestidad con su profesión fuera la única manera de soportar una responsabilidad tan grande.

Varias han sido las autobiografías que han salido estos días a la librerías. Yo he manejado la de la Colección Verticales, del Grupo Editorial Norma.

La recomiendo porque viene con una texto del hijo de Darwin que no tiene desperdicio y con otro pequeño anexo en que se recojen algunas de las cartas que Darwin se cruzó con diferentes personajes en relación con sus creencias religiosas.

Tranquilos, no les desvelaré cuál era el sentimiento de Mr Darwin en relación con la existencia de Dios una vez comprobado que la cronología bíblica era pura chufla. Hasta en eso era un personaje excepcional.

jueves, 16 de abril de 2009

El alma




Es la sensación en Youtube. La llaman la fryki británica del programa tienes talento.

Se llama Susan Boyle y es una solterona en paro de cincuenta años que reconoce que nadie la ha besado nunca. Miss Boyle tampoco es una mujer agraciada físicamente, tiene el cuerpo cuadrado de los armarios, sin atisbo de curvas; en peluquería y esteticien tampoco ha realizado grandes dispendios y la ropa más o menos elegante le sienta como a un santo unas pistolas, pura impostura. Pero Miss Boyle tiene algo que muchos, si alguna vez lo tuvimos, lo hemos perdido hace mucho tiempo: Miss Boyle tiene alma.

El mismo alma que en algunas ocasiones reconocemos en la carcajada desbordada y deshinibida de los niños, en las personas que saben el momento exacto en que te deben tocar o callar o levanterte el ánimo con un golpe seco de mirada.

Miss Boyle tiene alma para dar y tomar, tan grande como el de el mejor de los poetas, como el del más inspirado pintor, como el del músico más vibrante: miss Boyle canta y lo hace desde lo más profundo de su corazón, con la misma cancidez sencillez y autenticidad con la que seguro realiza todos y cada uno de los gestos de su vida, desde calentar el agua para preparar el té, como cuando entabla cotidiana conversación con la vecina en el pequeño jardín que adorna su casa.

Miss Boyle no quería irse a la tumba sin haber gozado de una oportunidad. La tuvo, la aprovecho, muy a su pesar, y ahora se la convertirán en una estrella rutilante y efímera.

La llevarán de la ceca a la meca, la exprimirán y explotarán hasta que de su macizo cuerpo haya salido la última libra esterlina, pero sobre todo, la corromperán. ¡ Que los ángeles lo impidan y la protejan! No dejarán de su pura esencia, de su nívea alma ni la muestra, por más que los científicos sostengan que el alma es tan sólo un virus, una hermosa falta de ortografía.

http://www.youtube.com/watch?v=Il5TBgD9kHI


Lectura recomendada: Bárbara Jacobs y Augusto Monterroso,"Antología del Cuento Triste"

miércoles, 15 de abril de 2009

Infancia corrupta


Es duro descubrir que tu propio hijo de siete años es un corrupto. A pequeña escala, pero corrupto.
Ayer se empeñó en enseñarme su colección de cromos de fútbol. Es asunto olía mal. Jamás le habíamos comprado un cromo y el sospechoso atesoraba ya una colección.
Según él, el del Kun Agüero se lo había dado su compañero Juan y el de Casillas, Sergio. Aparentemente todo era lógico y normal. Pero la pregunta clave, que no se hizo esperar, fue a cambio de qué. Vale, le habían dado los cromos, pero ¿ a cambió de qué?
Había dado en el clavo, pero Cascarrabias´ Kid se plantó. No me lo pensaba decir. Así lo dijo, sin titubear.
Comenzó el asedio sobre el sospechoso y tras emplear varias prácticas disuasorias aprobadas por el Convenio de Ginebra para los presos de guerra y otros métodos menos ortodoxos pero igualmente legales, sólo fui capaz de vencer la plaza con el argumento de que todos tenemos derecho a equivocarnos, que yo, su padre, me equivocaba todos los días, y que si pretendía saber cómo había conseguido los cromos, no era para reñirle ni castigarle, si no para orientarle. Eso y también que cometí el eror de prometerle un premio si cantaba, cuando nunca deben premiarse las actitudes punibles, como era el caso.
Tras tanta reticencia a confesar su culpa me ponía en lo peor. Qué no habría podido llegar a hacer Cascarrabias´ Kid por conseguir esos cromos.
Pues muy fácil: cambiaba cromos por conocimientos. Chivaba la solución de los problemas matemáticos a sus compañeros a cambio de los cromos que su querido padre, yo, nunca le había comprado.
Ahora no sé si debo estar contento por tener un hijo listo y emprendedor, reprenderle por obrar incorrectamente con las normas más elementales del colegio y de su formación, o reflexionar sobre la necesidad de dar a mis hijos de vez en cuando algunos de los caprichos que tienen sus compañeros de colegio, por muy estúpidos que me parezcan ,como es el caso de los cromos.
También tenía el escudo del Valencia y otro con toda la plantalla del Real Madrid.
Qué recuerdos.

viernes, 3 de abril de 2009

A Usted también le habrá pasado...



Le habrá pasado que alguien de su familia se ha quedado embrazada y de repente la calle se puebla de mujeres embarazadas, o se parten un brazo y de repente parece que los parques se llenan de lisiados, o roza el coche con la columna del garaje y de pronto todos los coches con los que se cruza están llenos de abollones también.

Pues a mi me pasa igual. Cuando paseo por la ciudad cogido del brazo de la Reina de Saba, la ciudad se puebla de reyes, faraones, emperatrices, duques y otros grandes de España que pasean su desmemoria del brazo atento y solicito de sus familiares.

Es imposible no reconcocernos. La Monarquía pasea con el asombro perpetuo en la mirada, con el brillo de quien ha hecho un gran descubrimiento, con la admiración del estudiante de arte ante la Capilla Sixtina una primera vez. Porque para la monarquía los paseos cotidianos y pausados son ya para siempre una primera vez.


Ya pocas cosas importan. Ni las palabras que les digamos valen- ya ha sido dicho casi todo-, ni las miradas que les dediquemos sirven - ya ha sido visto todo-. Sólo queda ese paseo cotidiano del brazo con la Reina de Saba mientras compartes la admiración infinita de una ciudad que es nueva cada día. Irrepetible.

Bendito tacto, cercano tacto, irremplazable tacto.

jueves, 26 de marzo de 2009

Seat Exeo

XXXII- ÍTACA (1911)

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hayaras tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espírito y de tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hayaras nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien antes ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
delante de los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías
madreparla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuando hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.


Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.

Konstantino Kavafis ( 1863-1933)

domingo, 22 de marzo de 2009

Átame Ud esa mosca por el rabo.



La Iglesia española ha iniciado una cruzada contra la modificación de la ley del aborto. El aborto es un atentado contra la vida y la vida es patrimonio de Dios, sólo Dios puede disponer de ella. Hasta aquí la doctrina.

Ahora la paradoja. La religión católica ha edificado su doctrina y sus dogmas en torno de la figura de un hombre muerto. La Iglesia Católica ha santificado la muerte. El torturado es el Hijo de Dios que se entrega a los romanos aún sabiendo de que le iban a matar. ¿ Eutanasía diferida, suicidio inducido? Y además el objeto de su gesto no era otro que traernos ¡un mensaje de salvación!. Cágate lorito. Como quiero salvar a la Humanidad, que me crucifiquen. Matar es pecado, pero como soy el Hijo de Dios, hago lo que me da la gana. Para mi la regla no vale. Hala, ya podeis poneros las casullas e ir a predicar la Buena Nueva.

Intento mantenerme dentro de la confesión católica en la que he sido educado, pero coincidirán conmigo que entender ciertas cosas cuesta, y tratar de explicárselas a mis hijos y buscarles cierta lógica es ya de locos. "Cómo Dios nos quiso salvar, se entregó a los romanos para que le torturarán y le crucificarán". " La vida humana es sagrada, pero Dios murió en la cruz por nosotros". " María es la madre de Jesús, pero no conoció hombre alguno". No sigo porque me pongo malo.

En ocasiones la ética choca con la estética. Es legítimo creer en los dogmas de la religión católica, sean lo que sean, estar plenamente convencidos de que la vida humana es sagrada en cualquiera de sus formas y que por lo tanto el aborto va contra la doctrina que se profesa. Lo que cuesta un poco comprender es que ciertas cofradias de este país, que van a tirarse una semana entera paseando la efigie de un muerto por todas las calles de este país, hayan hecho cruzada común con la iglesia oficial para defender la vida. Ética y estética. Si vas a pasear al muerto, no puedes convertirte en el adalid de la vida. El mensaje es contradictorio. No casa.

Por último, como dice un amigo mío, no se debe confundir nunca el delito con el pecado. Si crees que el aborto es pecado, no abortes, nadie te obliga, pero no exijas que vayan a la cárcel quienes consideran que el feto no es áun objeto pleno de derechos.

En fin, que Dios nos pille confesados.

sábado, 14 de marzo de 2009

Amores de cine


"-¿De qué hablais?- pregunto, a lo que una de las mujeres me contesta:
- De cosas. De lo que no logro deducir si esas conversaciones son interesantes o aburridas, ya que carezco del talento de los egiptólogos, capaces de reconstruir la tormentosa historia de una dinastía a partir de un jeroglífico."
De " La Jungla Polaca", Ryszard Kapuscinski.

No siempre resulta sencillo comprender a Campanilla. Como la lluvia en ciertas épocas del año, cae torcida.

Yo soy más claro, que no sencillo. ¿Ven ese punto pequeñito en el horizonte? Soy yo. Se me ve venir de lejos. Nunca he pretendido lo contrario.

Volver a casa del trabajo puede convertirse algunos días en una aventura. Al abrir la puerta uno no sabe si se va a encontrar los Cañones de NAvarone o Memorias de África. Lo que sí sé es que en cualquier caso yo soy lo más parecido a James Steward en "Sólo ante el peligro". Y es que más a menudo de lo que nos gustaría el estado de ánimo del otro es peligrosamente impredecible. Se ha ido fraguando en la distancia, mascándose en tiempo de soledad y espera, o macerando en una jornada laboral de pesadilla y, sin saberlo, alguien está esperando a que se abra la puerta para dar rienda suelta a la furia, a la frustración, a la insatisfacción.

Es tan bonito compartir...

Cualquier matrimonio es como una pelicula de Kubrick, " una odisea en el espacio". Aunque bien mirado yo cambiaría la palabra espacio por " una odisea en los rincones", puesto que no hay rincón de la casa que no sea susceptible de suscitar una crisis familiar: la cocina ( En busca de la mota de polvo perdida) , el cuarto de baño( Tapones lejanos) o el cuarto de los niños ( el Verdugo) sin ir más lejos.

Lectura recomentada: Fray Luis de León" La Perfecta Casada"

jueves, 12 de marzo de 2009

El tiempo


La Reina de Saba, mi madre, padece Alheizmer. Somos cinco hermanos y nos turnamos entre todos para ocuparnos de ella una semana cada uno. La semana que me toca, me mudo a su casa a tiempo completo y estoy una semana prácticamente sin ver a Cascarrabia´s Kid y al Agente Naranja.

Es en el reencuentro posterior cuando los dos chavales descubren que el tiempo es elástico, que se alarga y encoje en función de nuestra paciencia, de nuestra ansiedad, de nuestro interés o de nuestra indiferencia.

Cuando nos vemos, una semana después, el tiempo literalmente les estalla en las manos y toman conciencia de que yo no he estado, de que he estado mucho tiempo afuera y que es tiempo ha sido una pérdida que hay que restituir de alguna manera.

La restitución es maravillosa y se traduce en verbo, que diría un evangelista. Sin pedírselo hablan, cuentan, relatan lo sucedido durante mi ausencia con el mismo rigor que Homero nos relata la Odisea, y es un placer escuchar esa salmodia atropellada de pueses y entonces y más tardes y tambienes, trufada de interjecciones y de vocablos propios de su jerga de patio de colegio, dicho se en el mejor sentido del término.

Recuerdo de chico, como si fuera hoy, la misma ocasión en que tomé conciencia del paso del tiempo, cuando ese transcurrir estaba tamizado por mis subjetividad y podía estirarse o encogerse a su libre albedrio y siempre siempre en contra de mis intereses.

Malditos domingos.

Lectura recomendada: William Faulkner, " El sonido y la furia", lo que la literatura puede hacer con él tiempo, o viceversa.

lunes, 2 de marzo de 2009

Laicismo e inmigración

El capitán Hadock estuvo a punto de no acompañar a Tintín en su aventura por el Tibet. Rayos y centellas. Afortunadamente para el devenir de las aventuras del intrépido periodista no le fue propicio el balotaje en las elecciones de Venerable de su logia y en el último minuto se vio liberado de responsabilidades con sus Hermanos. Recién llegado de Lhasa, repanzingado en su sillón y saboreando un vaso de güisqui, recibió el encargo del Venerable en Cátedra, su hermano y rival, de elaborar una plancha relacionada con el laicismo y la inmigración. Mil rayos y centellas. Bonito encargo a modo de fraternal recibimiento. Un encargo así es capaz de amargar a cualquiera el güisqui y la lectura. Hojeaba de nuevo un libro ilustrado sobre las tribus masái en kenia. Las fotos eran muy buenas y abundantes. Trató de concentrarse en vano en la lectura.

El envenenado encargo le rondaba la cabeza. De pronto cayó en la cuenta de que esa banda de felices africanos saltarines cuya cultura pastoril y libérrima siempre le había fascinado eran de golpe inmigrantes en potencia. Sólo había que meterlos en una patera y calzarles una gorra de jugador de beísbol en la cabeza y no se diferenciaban en nada de los africanos que cruzaban cada día el estrecho. Cien mil rayos y centellas. Apuro el vaso y se sirvió otro.

¿ Qué diablos esperaban encontrar en Europa todos esos desesperados que abandonaban su cielo claro, sus horizontes, sus paisajes, sus rebaños, sus gestos cotidianos, sus amigos, su familia ?, ¿ dinero, lujo, esperanza, aventura, libertad?, Cualquier persona en sus cabales sabe que como en casa, con los suyos, no se está en ningún lado. ¿huyen acaso de la miseria, del horror, del aburrimiento, de la molicie, del futuro cierto y pobre? Lo más probable. Esos australopitecos no buscan, huyen. Y lo que encuentran es en la mayoría de los casos más insoportable que todo lo que abandonaron: desarriago, miseria, intolerancia, incomprensión, dolor. Y sin embargo siguen viniendo a riadas.

Definitivamente no entendía el alma humana ni borracho. Por un millón de rayos y centellas. Abrió otra botella de güisqui. Cuando se instalaban en el país de acogida la soledad y el desarraigo les llevaba a buscar a sus iguales, a reagruparse con los de su mismo país, de su misma tribu, de su mismo pueblo, de su mismo idioma, de su misma dieta, de su misma fe. Se buscan unos a otros y se acaban tratando con gentes con las que en sus países de origen se negarían hasta el saludo. Y en la fuerza del grupo se reafirma en cada individuo sus costumbres más arraigadas y singulares, incluso aquellas constumbres que no había profesado nunca en sus países de origen. Cuántos compatriotas había conocido en sus frecuentes viajes que se atiborraban de tortilla de patata en cuanto pasaban los Pirineos, o que bailaban flamenco y daban palmas en cuanto salían al extranjero, o disertaban sobre las corridas sin haber visto un toro en su vida. La soledad es muy cabrona y el desarraigo tiene pocas recetas o alternativas. Muy pocos extranjeros consiguen integrarse en la cultura del país de acogida.

Normalmente acaban importando consigo la idiosincrasia de su tierra, acentúan sus diferencias y se aferran a su identidad como un naúfrago a una tabla de salvación. Por cien millones de rayos y centellas. Muchos inmigrantes se acaban pareciendo a la imagen que los del país de acogida tienen de ellos, aunque esa imagen sea ficticia, falsa, delirante. Bien mirado ese amoldamiento a las fantasías de los europeos es también una manera de integrarse. Los argentinos hablan lunfardo, dicen che y toman dulce de leche. Los caribeños hablan sabroso, dicen "mi amol" y comen platanos fritos con arroz. Los eslavos arrastran las erres, son tristes y beben vodka. Los gitanos roban gallinas, dicen "fragoneta" y "por mis muertos" y se casan vírgenes. Los moritos son todos terroristas, sucios y fanáticos religiosos. Qué sería el mundo sin güisqui ni estereotipos, por cien mil millones de rayos y centellas.

Y ahora hay quien piensa que el laicismo puede ser un remedio a los problemas de integración de los inmigrantes, que el laicismo propone una convivencia democrática, igualitaria, aséptica. Cien mil millones de rayos y centellas. El laicismo es un concepto democrático, no cultural. Comentaba Primo Levi que nunca había sido especialmente religioso y ,sin embargo, en Auschwitz, tomó conciencia de su raza judía y por primera vez en su vida profesó los ritos propios de su religión. Fue el dedo ajeno que le señalaba y le apretaba como a un mosquito el que le hijo tomar consciencia de su cultura. En el mundo moderno puede haber tantos guetos como individuos y en el gueto al individuo sólo le quedan los rasgos más hondo de su propio ser. No es tan fácil despojar a los inmigrantes del último reducto de su identidad, de su cultura, de su peculiar tabla de salvación. El laicismo es un fenómeno democrático y la democracia, la tolerancia son conceptos elaborados y sofisticados. La religión, entiéndase como hecho cultural, es un sentimiento primario, primitivo, primigenio. Les metemos en el gueto y los privamos de su cultura ¿A cambio de qué? , ¿con qué les proponemos rellenar ese vacío espiritual que les negamos cada día? Definitivamente hace falta algo más que unas hermosas palabras para que nuestros huéspedes se sientan cómodos.

Lectura recomendada: Primo Levi “ Si esto es un hombre”