jueves, 26 de marzo de 2009

Seat Exeo

XXXII- ÍTACA (1911)

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hayaras tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espírito y de tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hayaras nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien antes ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
delante de los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías
madreparla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuando hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.


Aunque pobre la encuentres, no te engañara Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.

Konstantino Kavafis ( 1863-1933)

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