sábado, 14 de marzo de 2009

Amores de cine


"-¿De qué hablais?- pregunto, a lo que una de las mujeres me contesta:
- De cosas. De lo que no logro deducir si esas conversaciones son interesantes o aburridas, ya que carezco del talento de los egiptólogos, capaces de reconstruir la tormentosa historia de una dinastía a partir de un jeroglífico."
De " La Jungla Polaca", Ryszard Kapuscinski.

No siempre resulta sencillo comprender a Campanilla. Como la lluvia en ciertas épocas del año, cae torcida.

Yo soy más claro, que no sencillo. ¿Ven ese punto pequeñito en el horizonte? Soy yo. Se me ve venir de lejos. Nunca he pretendido lo contrario.

Volver a casa del trabajo puede convertirse algunos días en una aventura. Al abrir la puerta uno no sabe si se va a encontrar los Cañones de NAvarone o Memorias de África. Lo que sí sé es que en cualquier caso yo soy lo más parecido a James Steward en "Sólo ante el peligro". Y es que más a menudo de lo que nos gustaría el estado de ánimo del otro es peligrosamente impredecible. Se ha ido fraguando en la distancia, mascándose en tiempo de soledad y espera, o macerando en una jornada laboral de pesadilla y, sin saberlo, alguien está esperando a que se abra la puerta para dar rienda suelta a la furia, a la frustración, a la insatisfacción.

Es tan bonito compartir...

Cualquier matrimonio es como una pelicula de Kubrick, " una odisea en el espacio". Aunque bien mirado yo cambiaría la palabra espacio por " una odisea en los rincones", puesto que no hay rincón de la casa que no sea susceptible de suscitar una crisis familiar: la cocina ( En busca de la mota de polvo perdida) , el cuarto de baño( Tapones lejanos) o el cuarto de los niños ( el Verdugo) sin ir más lejos.

Lectura recomentada: Fray Luis de León" La Perfecta Casada"

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