domingo, 22 de marzo de 2009

Átame Ud esa mosca por el rabo.



La Iglesia española ha iniciado una cruzada contra la modificación de la ley del aborto. El aborto es un atentado contra la vida y la vida es patrimonio de Dios, sólo Dios puede disponer de ella. Hasta aquí la doctrina.

Ahora la paradoja. La religión católica ha edificado su doctrina y sus dogmas en torno de la figura de un hombre muerto. La Iglesia Católica ha santificado la muerte. El torturado es el Hijo de Dios que se entrega a los romanos aún sabiendo de que le iban a matar. ¿ Eutanasía diferida, suicidio inducido? Y además el objeto de su gesto no era otro que traernos ¡un mensaje de salvación!. Cágate lorito. Como quiero salvar a la Humanidad, que me crucifiquen. Matar es pecado, pero como soy el Hijo de Dios, hago lo que me da la gana. Para mi la regla no vale. Hala, ya podeis poneros las casullas e ir a predicar la Buena Nueva.

Intento mantenerme dentro de la confesión católica en la que he sido educado, pero coincidirán conmigo que entender ciertas cosas cuesta, y tratar de explicárselas a mis hijos y buscarles cierta lógica es ya de locos. "Cómo Dios nos quiso salvar, se entregó a los romanos para que le torturarán y le crucificarán". " La vida humana es sagrada, pero Dios murió en la cruz por nosotros". " María es la madre de Jesús, pero no conoció hombre alguno". No sigo porque me pongo malo.

En ocasiones la ética choca con la estética. Es legítimo creer en los dogmas de la religión católica, sean lo que sean, estar plenamente convencidos de que la vida humana es sagrada en cualquiera de sus formas y que por lo tanto el aborto va contra la doctrina que se profesa. Lo que cuesta un poco comprender es que ciertas cofradias de este país, que van a tirarse una semana entera paseando la efigie de un muerto por todas las calles de este país, hayan hecho cruzada común con la iglesia oficial para defender la vida. Ética y estética. Si vas a pasear al muerto, no puedes convertirte en el adalid de la vida. El mensaje es contradictorio. No casa.

Por último, como dice un amigo mío, no se debe confundir nunca el delito con el pecado. Si crees que el aborto es pecado, no abortes, nadie te obliga, pero no exijas que vayan a la cárcel quienes consideran que el feto no es áun objeto pleno de derechos.

En fin, que Dios nos pille confesados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sácate de ahí, que estas a tiempo.
Cada día me caes mejor, HAY QUE JODERSE CON LA IGLESIA.
Khana.