jueves, 30 de junio de 2011

Dignidad



La dignidad es una fina pátina que recubre nuestro cerebro, activa la conciencia y la proyectamos por los ojos. Cuando nacemos tenemos en el cerebro toneladas de dignidad. Un bebe cuanto te mira te hace mejor persona de lo que en realidad eres. Eso también es la dignidad, reconocer con nuestra mirada la excepcionalidad del otro.

A medida que crecemos la patina se va desgastando y la luz con la que juzgamos al prójimo se apaga. El barniz que activa nuestra conciencia, que hace que unos y otros nos veamos únicos como especie, no se regenera. Si lo pierdes, perdido está. Algunos, muchos, la conservan hasta que se mueren; otros la pierden a las primeras de cambio. Mantenerla depende de la voluntad, del coraje y de la educación. La dignidad es un bien valioso y frágil que requiere cuidados intensivos. Es un ecosistema historicamente amenazado.

Últimamente se multiplican las noticias de jóvenes que atacan a mendigos, de homosexuales insultados, de inmigrantes despreciados, mujeres maltratadas. Pongan ustedes todos los ejemplos que quieran y no se olviden de los campos de concentración, de la matanza de Srebrenica, del narcotráfico en Méjico, de las torturas y de los países que siguen aplicando la pena de muerte. Abran cualquier periódico. Cojan cualquier libro de historia.

Las sociedades que aceptan y permiten el maltrato humano han perdido la dignidad. Sus cerebros están secos. A mi personalmente me alarma la de los jóvenes de buena familia, que visten de marca, estudian en las mejores universidades y queman a sus iguales en los cajeros los fines de semana "por divertirse".

Libro Recomendado: Mario Vargas Llosa, " El sueño del Celta".

lunes, 27 de junio de 2011

Por fin solos



¡Se han ido!, ¡ dos semanas!, ¡ con los abuelos!, ¡ no me lo puedo creer!, ¡ han pasado veinticuatro horas y aún no les echo de menos!. ¿ Querrá decir algo?

Por si acaso, y como los abuelos ya están mayores y a lo mejor el próximo año nos interesa repetir la experiencia de endosarlos un par de semanas, se han ido con el catecismo bien aprendido.

La abuela no es...
... un mando a distancia!!!!
Por las mañanas al levantarse hay que...
... hacer la cama!!!
A la hora de la comida...
...se pone la mesa!!!
Y luego...
... se recogen los platos!!!
Cuando os cambiéis en la habitación...
... recogemos la ropa, no dejamos los calzoncillos por el suelo!!!

Con que hagan esas cuatro cosas y obedezcan un poco nos damos por satisfechos. Luego había un par de instrucciones particulares. Por ejemplo el Agente Naranja debe esforzarse por comer lo que le pongan y Cascarrabias´Kid no debe acosar a los abuelos a todas horas para que juegen a lo que él le apetezca, cuando le apetezca y tantas veces como le apetezca. Puede ser tenaz, créanme.

También, ya que compartiran las vacaciones con su primo Alex, con quien las relaciones pueden oscilar del cielo al infierno en cuestión de segundos, tenían permiso para discutir con él un máximo de tres veces en las dos semanas, y sin manos, sólo gritos. ( Riéte tú de las negociaciones del Tratado de Maastricht, del Tratado de Utrecht, el de la negociación colectiva o la Reforma del Mercado de Trabajo) Aficionados.

viernes, 10 de junio de 2011

Cuarenta y tantos



Estoy en esa edad en que empiezo a manejar con destreza de espadachín palabros como : achaque, dispepsia, halitosis, hemorroide, alopecia, presbicia, próstata. Estoy en esa edad que cuando giro la cabeza para admirar un buen trasero las muchachas me miran con el desprecio que sólo se dedica a los viejos verdes. Estoy en esa edad en que veo un peine y me consume la nostalgia. Estoy en esa edad en que cuando me encuentro a un anciano delante de un escaparate donde venden viagra sé que estoy presenciando una representación de mi futuro más próximo.

Pero no os equivoquéis, porque las apariencias engañan. Sé que estoy en el mejor momento de mi vida. A todos los niveles. Me encuentro a gusto dentro de ( la ruina) de mi cuerpo, laboralmente mantengo la velocidad de crucero, disfruto mi tiempo laboral y mi tiempo de ocio y el apetito sexual es insaciable, (otra cosa es la calidad de los guisos). Cultivo la amistad como el esmero de un jardinero ante una planta exótica. Me siento reconciliado con el mundo y con toda la recua de friquis que lo habitan. Me siento vivo y despierto y tengo todas las luces encendidas y quemando kilovatios a los bestia. Me siento pesado y seguro como los hipopótamos que salen en los documentales que ven mis hijos por la tele. ¿ Veis con qué gracilidad meneo la colita?

Bueno. También a los cuarenta y tantos me ha dado por hacer cosas raras. Debe ser eso que llaman " la crisis de los cuarenta". Hace dos años me hice un curso de buceo y este año me he dado por prácticar el Rugby, ¡yo!, cuyo cuerpo serrano se había tirado los últimos treinta años sin conocer una gota de sudor por la práctica del nefando deporte. Lo que no sé es qué será lo próximo: ¿la comida macrobiótica?, ¿un cursillo de danza del vientre?, ¿un taller de sexo tántrico...? El futuro está trufado de posibilidades.

Os vais a enterar. De momento hoy ya me he comprado una camiseta de Supermán.

domingo, 5 de junio de 2011

Declaración de principios ( políticos)




Desde que cumplí 18 años sólo he dejado de votar en una ocasión y por razones ajenas a mi voluntad. Supongo que mi devoción por la participación democrática está íntimamente ligada con la frustración que supuso no poder participar en el referendum de la OTAN allá por el 1986 o algo así, porque cuando se celebró me faltaban apenas dos meses para cumplir los 18 años. Me sentí muy impotente por no poder expresar mi NO. La vez que me quedé sin votar, fue por los impedimentos que pusieron eso tan neutral que llamamos autoridades a los residentes temporales en el extranjero. En otras ocasiones, también residiendo en el extranjero, conseguí votar siempre sin problema. Sólo se nos negó el derecho en aquel año 93 o 94, bajo la hégira de Felipe González, cuando le concedieron el premio "Carlomagno" en Aquisgrán, ciudad natal de Karl Marx, dicho sea de paso.

Nunca he sido fiel a ningún partido político, mi voto nunca se ha podido considerar un voto cautivo, lo que no signifique que mis ideas y mi ideología no sean claras y firmes. En todo el espectro político nunca he encontrado pantalones adecuados a mi gusto y estilo y siempre he estado saltando de una opción política a otra, en ocasiones movido por la personalidad de sus líderes, en otras por la confianza que despertaba en mi un determinado proyecto o por la esperanza en que tal persona fuera capaz de mejorar la situación o cumplir lo que prometía. En la mayoría de las ocasiones me he decantado siempre por partidos minoritarios y en muchas ocasiones también me he acabado arrepintiendo del uso que había dado a mi voto. Muchas veces he votado convencido, pero también he votado otras veces con la pinza en la nariz y en contra de quienes tenían todas las de ganar. Yo también me he dejado convencer por lo que se ha dado en llamar el voto útil, muy a mi pesar.

Después del movimiento del 15M las cosas no deben ser igual y el cambio empieza de momento por el arma más poderosa que la democracia pone en nuestras manos: el voto. Es por ello que me comprometo a no votar nunca más en el futuro en contra de nadie, a favor del mal menor o por compromiso con "los nuestros"; que siempre buscaré opciones que no tengan ninguna relación con corruptelas, tejemanejes, grandes fastos y estériles dispendios; que siempre estaré atento y vigilante al discurso del "y tú más", que apoyaré siempre a partidos que abogen sin demagogia por una reforma y hallan dado muestras con sus acciones de su interés por una regeneración de la democracia actual: refundición de los partidos, una ley electoral que facilite una mayor representatividad, en fin, una regeneración total de la participación y de la actividad democrática. Vamos, que el que quiera mi voto, va a tener que ganárselo. Demos a nuestros votos el valor que tienen.