jueves, 30 de abril de 2009

El discreto encanto de la Hipocresía




Dame una cama de espinos y las haré pasar por plumas.
Ay de los poetas que loan las nubes y aborrecen la lluvia.

100.000 vírgenes pasean su desdén por la alameda,
Sus pechos se agitan de emoción
Los atardeceres son propicios a ciertas vaguedades
Al amparo de la luz más contagiosa.

Hoy se proclama una pandemia de pompitas de jabón.
Arden las rotativas, explotan los micrófonos, gran alarma en la televisión.
El escándalo adquiere dimensiones colosales.
La salud pública se tambalea.

La edición vespertina decreta la calma, ¡ qué contrariedad!
Al final no era para tanto.
Un poco de viento encerrado.

Brindemos con la copa del mejor vino
Ahora que detesto tu amistad.

La verdad se oculta en pozos más profundos cada día.
La civilización ha desarrollado herramientas endemoniadamente sofisticadas.

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