lunes, 20 de abril de 2015

Una historia vieja




La historia es vieja, pero no por ello pierde su enjundia. Va de música. El verano pasado el Agente Naranja estaba harto del piano y se le metió en la cabeza que quería ser Chet Baker y pasarse a la trompeta. Por otro lado el clarinete de Cascarrabias´Kid había dado de si todo lo que podía y su profesor nos había recomendado que adquiriéramos otro de mejor calidad. El que tenía había sido de saldo, sonaba fatal y con el paso de los años no se puede afirmar que hubiera mejorado el timbre, al contrario.

Por si no lo saben  ya se lo digo yo, los instrumentos musicales son caros, pero algo había que hacer. Campanilla y servidor estábamos dispuestos a hacer el esfuerzo pero lo que no queríamos es que nos tomaran el pelo. Estábamos los dos más que hartos de tener que andar todo el día encima de ellos para que ensayaran. ¿ De verdad querían un clarinete nuevo y cambiarse a la trompeta? Pues que se lo ganaran. Que nos demostraran que de verdad querían continuar con la música y que no era un capricho ni una tormenta de verano.

Campanilla y yo queremos que la música sea para ellos un elemento formativo, pero sobre todo lúdico, de diversión. No tenemos ninguna intención de tener en casa ni a un Bach ni a un Beethoven, pero si queremos que se esfuercen un poco, que practiquen y que el dinero que ponemos en la actividad  se refleje en los resultados, porque pensamos que es una gran oportunidad que cuando vayan creciendo sabrán valorar. Los dos quisieron renunciar a las clases de solfeo, y accedimos; se quedaron los dos sólo con las clases de instrumentos que era lo que les divertía y les gustaba. Pero si querían que ahora accediéramos a sus deseos, debían poner un poco de su parte.

Primero les pedimos que verbalizaran sus deseos. Soy de la opinión de que escribir nuestros deseos suele servir para ajustar su verdadero tamaño, incluso para romper círculos viciosos, a menudo irreales. Las notas de la foto resumen el resultado.

"CLARINETE
Contras: Yo soy vago y estos años he demostrado que ya no estudio y que no soy responsable.
Bueno: a mi me gusta mucho el claro y el mérito de estar donde estoy. Me divierte, me ayuda a ligar...
Conclusión:  Por lo tanto quiero seguir tocando. Pero si me tenéis que obligar a tocar, no puedo prometer que lo vaya a cumplir. Gracias."

Todo un ejercicio de realismo y sinceridad por parte de Cascarrabias´ Kid.

"Papá elijo tocar trompeta y dejar piano.
Porque la trompeta me gustó y no me pareció difícil de tocar. Y además me comprometo a tocar la trompeta todos los días como mínimo cinco minutos".

Todo un intento de camelarnos del Agente Naranja.

Eso sí , se pasaron los dos todo el verano tocando un mínimo de treinta minutos su instrumento para demostrar que se lo merecían. Uno el clarinete y otro el piano. A Cascarrabias´Kid le cayó el clarinete para su cumpleaños y el Agente Naranja toca la trompeta desde el mes de septiembre.

Saludos, vecinos.

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