domingo, 19 de julio de 2015

No se han cumplido ninguna de mis expectativas



Cascarrabias´ Kid cumplirá este verano 13 años. Por primera vez le hemos enviado al extranjero de campamento. La idea era que tuviera una primera experiencia fuera sin la protección de sus padres y en función de cómo fuera la experiencia tomar otro tipo de decisiones en el futuro. No salió del todo como queríamos. El campamento lo organizaba una organización irlandesa en el sur de Francia y combinaba el aprendizaje de idiomas con el práctica del rugby.

Cascarrabias´Kid podía dedicarse a la consultoría campamentil. En su corta edad ha acudido ya a seis campamentos de verano y sólo ha repetido  en una ocasión. Los ha visto de todos los colares y formatos y ya nadie le da gato por liebre, ni engrudo por bolognesa, ni pasatiempo por actividades, ni aburrimiento por tiempo libre. El tío lo tiene clarísimo. Ese bien. Eso está mal por tal, por tal y por cual, ese ni fu ni va, ese estupendo, en ese se puede repetir. Sus opiniones no tienen siempre una base objetiva, pero son rotondas y concuerdan con su lógica cuyo fin último es la diversión. Si no se pasa bien, no vale. Y punto. Del último afirmó que no valía lo que costó. Esta bien que los hijos empiezan a diferenciar entre valor y precio.

Puede que en alguno no se lo haya pasado bien por alguna mala experiencia con algún compañero, lo que no es habitual, o por algún amor no correspondido, o por la pertinaz lluvia que les recluye a techo, pero en la mayoría de las ocasiones ha sido porque le han dejado tanto tiempo libre o las actividades eran tan pobres, que le daba suficiente tiempo para pensar en si mismo, lo que es fatal, catastrófico, imprevisible, desaconsejable, en fin, peligroso. ( ¡Ay, a quién habrá salido!)

En esta ocasión no pudo soltarse con el idioma porque había suficientes españoles como para hacer innecesario interactuar con el resto del mundo. No le dio tiempo a sentirse desprotegido porque en el mismo campamento había otros tres compañeros del mismo equipo de rugby. No perfeccionó su rugby porque el nivel en general no era mayor del que ya llevaba de casa. No aprendió francés porque las clases eran pobres, aburridas y sin ninguna exigencia. Tampoco el roce con los nativos se puede decir que haya propiciado una contaminación cultural exhorbitada. La playa sólo la cataron un día. El lago al borde del campamento no era propicio para el baño. Y la comida… Por dios, de eso mejor no hablar.

-          Entonces, ¿qué tal en el campamento, hijo?
-          No se han cumplido ninguna de mis expectativas.

De todo se aprende. Si quieres practicar rugby, búscate un buen campamento dedicado el rugby. Si quieres aprender francés, búscate un buen curso de francés en Francia. Si quieres diversión, ve a un buen campamento multiaventura. Y si quieres comer bien, hijo, como en casa en ningún sitio.

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