lunes, 28 de noviembre de 2011

Amago y castigo



Los chicos juegan al Rugby. En los entrenamentos les enseñan que son un equipo. Si en el entrenamiento uno hace el idiota todos hacen planchas por su culpa, o dan una vuelta corriendo al campo, o lo que sea. Al principio se rebelaban : por qué voy a pringar yo por culpa de ese mamón. Ahora ya lo tienen asumido. Cagada-Castigo. Acción-Reacción. Son niños y es normal que aún la caguen, pero ahora procuran no pasarse de listos, si lo hacen se tapan unos a otros y si uno se sale del redil son sus compañeros los primeros que se lo recriminan: ¡ estate quito de una vez, gilipollas! Son una hermosa piña.

Los padres de ahora amagamos mucho, pero cumplimos poco. Como hagas esto... al final no hacemos nada. A menudo porque el grado de las amenazas no se corresponde con la gravedad de la falta. Se nos va la fuerza por la boca y nos tiene tomada la medida. Luego, claro, cuando nos queremos poner serios de verdad, nos cuesta el doble.

Al Agente Naranja le he encontrado recientemente una amenaza a su medida. Por fin creo qe voy a ser capaz de que a la hora de la comida se siente como debe ser, sin tener una mano en el manubrio y la otra en los pies. Ahora cada vez que le cazo, le mando a lavarse las manos. En una semana ni "My Fair Lady" va a tener mejores modales. ( ay mamina, ahora entiendo todo lo que nos insitías, cómo te deseperabas y lo poco que cundió)

El próximo experimento que nos traemos Campanilla y Culo Gordo entre manos es elaborar una tabla de premios y castigos. Según su comportamiento obtienen puntos positivos o negativos. Por ejemplo: hacerse la cama todas las mañanas +1; olvidarse de hacerlo -2. Recoger la ropa al desvestirse +1; encontrarse la ropa en el cuarto de baño, cuando van a ducharse, dispersa como si hubiera estallado una bomba, -3 puntos; si sólo están los calzoncillos colgados de la lámpara -2. Dejar el agua de la ducha correr mientras hacen posturas delante del espejo -5. Recojer los cuentos después de leerlos, +3. Empecinarse en la sordera cuando están leyendo un cuento y se les llama para cenar, -1; a la segunda llamada, -2; a la tercera llamada, si me queda voz, -3.

En fin en ellos estamos. Seguiremos informando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya veo a Melchor dejando un par de ábacos contables (léase PDA)....+3-1+2-4+2+1+1...jeje,con este saldo echaré una meá n'el parqué que vas flipar CG...y aún me que neto p'a otro día....que bárbaro!