miércoles, 14 de noviembre de 2012

Invictus- Parte I


El otro día vi por la televisión el partido de Rugby entre Sudáfrica y Argentina. Impresionaba ver a los jugadores sudafricanos cantando su himno con emoción, orgullo y  hechos una piña. No siempre fue así. Al menos así lo cuenta Clint Eastwood en la película “Invictus”, basada en la libro homónimo del autor inglés John Carlin, en el que cuenta cómo Nelson Mandela, recién llegado al poder como primer Presidente negro en un país hasta hace poco bajo las leyes segregacionistas del Apartheid – palabra de origen holandés, primer país en colonizar ese territorio y establecer políticas segregacionistas- , decide valerse de la celebración  de un evento deportivo como el Mundial de Rugby de 1995 para obtener rédito político y unir a la Nación.

En Sudáfrica, el fútbol era el deporte de los negros y el rugby el de los blancos. La comunidad negra volcaba todo su odio y su frustración sobre el equipo nacional sudafricano de Rugby, los Springsboks, como símbolo de la segregación y de la opresión a la que estaban siendo sometidos. Al llegar al poder el Partido Nacional Africano la tentación de hacer tabla rasa con el pasado y eliminar todos los elementos y símbolos del poder blanco estaban ahí y el equipo y emblema de los Springboks era en buena lógica de los primeros en estar en el punto de mira . Mandela, sin embargo, sabía que lo más importante cuando asumió el poder era lograr la reconciliación entre las dos comunidades y que ésta no se conseguiría con rencillas ni venganzas, sino con generosidad y grandeza de corazón. Si los Springboks eran importantes para la comunidad blanca era necesario que los Springsboks no sólo sobrevivieran sino que fueran vistos por toda la nación como algo propio. El reto no era pequeño.

En un momento de la película, Francois Pienaar , el capitán de los Springboks, en fechas previas al comienzo del mundial, se presenta en el gimnasio mientras entrenan sus compañeros y les va repartiendo uno a uno un papel. Sus compañeros miran el papel y no alcanzan a comprender. Estaba escrito en la lengua de los negros y nunca se habían tomado la molestia de aprender la lengua de unos seres a los que consideraban inferiores. Pienaar les explica que es el nuevo himno de Sudáfrica y que se lo tiene que aprender. Casi todos los jugadores rasgan la hoja y la tiran. Pienaar sabe lo que piensan y sienten sus compañeros, sabe también que no está en disposición  de obligarles a cantarlo, pero también sabe que la situación del país ha cambiado les guste o no, que algunas cosas no volverán a ser igual a como habían sido hasta entonces para la minoría blanca y  les pide que por lo menos muevan las labios en el campo cuando suene el nuevo himno: "Nkosi Sikelel´i Afrika” ( Dios bendiga África).

Al principio el nuevo himno convivió con el anterior “DieStem” ( “la Voz de Sudáfrica”), siendo ambos oficiales para promover la tolerancia y coexistencia racial, pero más adelante, en 1996, ambos himnos se fundieron en uno sólo. En realidad el himno sudafricano trata de ser un buen ejemplo de la integración que pretende, ya que esta escrito en las cinco principales lenguas del país, El Xhosa, el Zulú, El Sesotho, el Afrikaans y el Inglés.


Lengua
Letra
Traducción ( muy kibre)
Nkosi sikelel' iAfrika
Maluphakanyisw' uphondo lwayo,
Dios bendiga África.
Que su cuerno suba más y más
Yizwa imithandazo yethu,
Nkosi sikelela
Thina lusapho lwayo.
Escucha nuestras oraciones
Y bendícenos Señor
Somos la gran familia africana.
Morena boloka setjhaba sa heso,
O fedise dintwa le matshwenyeho,
O se boloke, O se boloke setjhaba sa heso,
Setjhaba sa, South Afrika — South Afrika.
Dios bendiga nuestra nación
Detenga guerras y sufrimientos
Y salve, salve nuestra nación
La nación de Sudáfrica — Sudáfrica..
Uit die blou van onse hemel,
Uit die diepte van ons see,
Oor ons ewige gebergtes,
Waar die kranse antwoord gee,
Desde el azul de nuestro cielo,
desde lo profundo de nuestro mar.,
sobre nuestras eternas montañas,
ahí donde los riscos claman sus respuestas,
Suena la llamada para permanecer todos,
juntos y unidos,
vivamos y esforcémonos por la libertad
en Sudáfrica, nuestro país.

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