lunes, 12 de julio de 2010

Campeones



Un joven quería ser escritor y pactó con el Diablo. El Diablo le concedió el deseo: " escribirás los mejores cuentos del mundo, eso sí, no los leerá nadie jamás". A mi me pasa algo parecido, soy aficionado del mejor equipo de futbol del mundo: el Real Oviedo, pero sólo lo sé yo: ni el presidente, ni los jugadores, ni la afición, ni la prensa; nadie, no lo sabe absolutamente nadie. Imagínense qué papelón el mío. Me siento como el guardián del anillo, sólo que hasta los malos desconocen el valor de mi secreto y me dan por imposible. La verdad es que viéndoles jugar no me sorprende.Es muy reconfortante saber que el mío es el equipo bueno, a pesar de que se esfuercen en jugar un carajo por puro dismulo y que, como el Mesias, el club esté en la ruina, pero claro, es que su reino tampoco es de este mundo. Sin embargo, el desconocimiento y la ignorancia generalizada no disminuyen mi responsabilidad y mi angustia. Qué pasará el día que yo falte, quién recogera el testigo.

En fin, ayer por la noche viendo jugar a los muchachos de la roja, por primera vez me entró la duda, si tambaleó mi fe en el equipo azul. ¿ Y si había interpretado mal los designios?, ¿ si era el recipendiario del equipo equivocado?, ¿ si el secreto era una fula?, ¿ si no eran los de azul si no los de rojo los que había designado mi oráculo de Delfos particular?, ¡ madre mía que zozobra!

Luego dándole vueltas a la cabeza me di cuenta de que no, de que el equipo bueno seguía siendo el mío, el de siempre, El Real Oviedo, que el secreto seguía estando a buen recaudo conmigo y el partido de ayer había sido tan sólo una señal caida del cielo. Lo que pasa es que en mi equipo faltaban los jugadores adecuados y había que hacer uns transfusión urgente de los jugadores de la roja al Real Oviedo. Hoy mismo les voy a escribir a todos una carta y en cuanto les desvele el secreto seguro que vienen todos contentos y en masa, sin rechistar. Sólo es necesario manejar los argumentos necesarios. Coser y cantar. Ja. Que tiemblen el Caudal y el Sporting B.

Por otro lado, el mundo sigue lleno de pequeñas injusticias. Tengo entendido que aún no le han concedido la pulpo Paul la condecoración de la orden de la jarretera. Vivir para ver. Inaudito.

Gracias muchachos.

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