
A pesar de que el año pasado os mandé una carta de los más correcta y amable, al final sus majestades hicieron lo que les dio la real gana.
1.-Les pedi más tiempo libre para compaginar la vida laboral con la personal y se lo tomaron al pie de la letra: trajeron tal crisis que casi me dejan en el paro.
2.- Le pedi paciencia y me trajeron unas agujas para hacer calceta.
3.- Les pedi algo parecido a la sabiduria y me trajeron un libro de citas célebres, que digo yo si no será tomar el rábano por las hojas.
4.- Les pedi valor y me trajeron una tableta de chocolate a la taza. ( Muy graciosos)
5.- Les pedi generosidad y sólo con lo que me he gastado este año en multas y en talleres mecánicos casi levanto yo solo la maltratada economía del país.
6.- Les pedi viagra y las pastillas eran amarillas, venían de China, estaban caducadas y provocaban urticaria.
7.- Les pedi una moto y no hay día que algún fulano no trate de venderme una.
8.- Les pedi salud y la que me dieron a mi se la han quitado a los míos ( que tampoco era eso, coño)
9.- Les pedi tranquilidad y, como me temía, no está de su mano conceder imposibles.
10.- Les pedi un gobierno de progreso y, joder, lo trajeron, pero hecho unos zorros, mas arruinado que un promotor en levante y más desorientado que un topo ciego en el polo norte.
En fin, visto lo visto, este año prefiero reducir mis expectativas y no pedirles nada. Que no es rencor ni afán de ningunearles - nada más lejos de mi intención- , sólo se trata de evitar los indeseables malentendidos , pues como venía a decir Santa Teresa de Jesús, quiera Dios que lo que le solcitamos en nuestras rogativas y plegarias nunca se nos conceda, porque en la mayoría de las ocasiones es peor el remedio que la enfermedad.
De todos modos, gracias por intentarlo.
Lectura recomendada; Santa Teresa de Jesús, "Camino de perfección"
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